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«Batet me cagó la vida»

Entrevistas

«Batet me cagó la vida»

Sebastián Morquio pasó por SoyQuemero TV en una rica entrevista junto a Batti, Nicolas Ziccardi, Leonardo Coscia y Nicolas Cava. Habló de su carrera, del sentido de pertenencia en Huracán, del ascenso en el 2000, las inferiores del club, los uruguayos en el Globo, anécdotas de todo tipo y apuntó contra Jorge Batet: «Literalmente, me cagó la vida».


INFERIORES

En su momento iban subiendo pibes y todos me decían que eran hinchas de otros clubes”, rememora Patota de sus comienzos en el Globo. Es que la gran mayoría de los jugadores que surgen de la cantera y debutan en Huracán, no vuelven a vestir la camiseta salvo “cuando no tienen lugar en otros clubes”. Morquio también recuerda el trabajo que hacía Claudio Morresi: “Las inferiores antes eran una escuela gracias a él, pero los pibes a veces comían mal. Pablo Monsalvo una vez me dijo que hacía dos días no comía, viviendo en la Pensión”. Patota cuenta que charló con Gustavo Mendelovich y Abel Poza, actuales dirigentes del Globo, para comunicarles sus ganas de volver a trabajar en Huracán: “Les dije que me gustaría estar en inferiores, pero se ve que las puertas están cerradas a raíz de los problemas personales que tuve”.


EL SENTIDO DE PERTENENCIA

Morquio llegó en 1999 desde Nacional de Uruguay para luego consagrarse campeón de la B Nacional y el posterior ascenso en el 2000. “Viví años hermosos en Huracán. Me hice hincha gracias a mis amigos, ellos me inculcaron el barrio”, relata Patota. Si bien ese torneo se ganó de punta a punta, el ex zaguero uruguayo recuerda que muchos de los jugadores del plantel estuvieron siete meses sin cobrar el sueldo: “Nosotros vivimos las peores cosas en Huracán. Estuvimos siete meses sin cobrar. Nos prometieron un auto por ganar el clásico, y al día siguiente al partido nos dijeron que la concesionaria había fundido”. Si bien tuvo buenas y malas, remarca el respeto que se le debe tener al club que te da el éxito y la gloria: “Marcos Díaz no tuvo respeto por Huracán cuando se fue. Llegó como tercer arquero y se fue a Boca”.


EL CAMPEONATO DEL ASCENSO 1999/00

Ganábamos bien y a veces el estadio nos puteaba a todos igual”, cuenta Morquio y suma una anécdota que tenían él y sus compañeros dependiendo el rival a que enfrentaran: “Nos poníamos tapones especiales dependiendo el césped o el clima pero también había unos para pegarles a los delanteros rivales. Armábamos una lista para saber a quién pegarle”. Sebastián fue uno de los protagonistas de la única victoria del Globo ante San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro (Apertura 2001) y contó qué hicieron en la previa a ese partido: “El día que ganamos metimos ajo en uno de los arcos cuando salimos a calentar y casualmente el gol lo hicimos en ese arco. Eso de la fortaleza ahí es un mito”. También agrega que nunca perdió un clásico y que, en el Clausura 2000, tuvo la suerte de convertir un gol: “El tanto lo hice porque estaba en una posición que no tenía que estar. Me quedé en el punto penal porque justo estaba entrando la barra y me quedé mirándolos pero en realidad tenía que estar cinco metros atrás haciendo la cortina”.


LOS PROBLEMAS PERSONALES CON BATET

“Dos noches anteriores al gol de chilena contra Racing en Avellaneda, había ido a cenar con un alemán del Borussia Dortmund porque quería hacerme una propuesta para irme de 3 millones de dólares. En ese momento Jorge Batet pidió 8, es decir que yo valía más que Gastón Casas y el Rolfi Montenegro juntos. Literalmente me cagó la vida. Me reuní con mi representante para irme de la mejor manera de Huracán porque a esa altura ya me debían siete meses y dinero a un valor de 350 mil dólares. Esa deuda se la dejé al club y nunca la cobré. Carlos Bianchi me pidió para Boca, y Batet contestó que no vendía jugadores al fútbol local. Al poco tiempo se vendió a Lucho Gonzalez a River, je”.

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