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Superliga 2019/20; Fecha 15 – Unión 1 vs. Huracán 0 – Nueva derrota de Huracán, que se sigue hundiendo en todos los aspectos. El futbolístico, porque siempre es superado por cualquier rival. El psicológico, porque cada vez que le convierten parece que el partido está terminado. El numérico, porque la pelea por el descenso está a la vuelta de la esquina y será inevitable el próximo año. Y el técnico, porque pasan los nombres, los sistemas y las intenciones, pero no hay nada positivo.


LO BUENO

Obligado lo mereció: de la única manera en que Huracán se animó a buscar el gol y se acercó al empate, fue por la obligación del marcador y porque el rival decidió retrasarse. En el segundo tiempo, aún sin jugar bien y a puro pelotazo, Huracán tuvo cuatro o cinco oportunidades muy claras para marcar, en los pies de Gómez, en la cabeza de Barrios y hasta con Salcedo. De todas formas, no nos engañemos: el equipo sólo ataca si lo obliga el tiempo y el resultado y si además el rival se lo permite, sino es siempre el planteo atrasado y cerca de su arquero para cuidar su propio arco.

 

LO MALO

Errores amateurs: desde el comienzo del partido, Huracán mostró signos típicos de un equipo amateur. Primero regaló un gol insólito, cuando recién arrancaba el juego y producto de la falta de comunicación y de concentración de dos jugadores. Después erró pases de dos metros, jugó pelotas al medio de la cancha mal entregadas (con el peligro que conllevan), quedó mal parado en muchas ocasiones y hasta le dejó ejecutar un tiro libre a Unión muy cerca del área con UN SOLO JUGADOR en la barrera!!!! El Globo tiene muchísimo para replantearse, futbolísticamente pero también como grupo.

Perdió en todos lados: en el medio, Huracán hizo agua todo el partido. Si en el segundo tiempo se disimuló un poco más, fue porque Unión decidió atrasarse y dejarlo avanzar, pero en la primera parte no pudo nunca tener la pelota ni controlar el juego. El local atacó cuando quiso, tuvo la pelota sin necesidad de traspirar demasiado y con la ventaja tempranera se limitó a cuidar su arco sin arriesgar de más. Bogado pocas veces pudo jugar por abajo y cayó siempre en el pelotazo, Bareiro entró poco en juego y Pérez se equivocó demasiado hasta que salió reemplazado. Poco juego, poca recuperación y mucho error en un mediocampo que aportó muy poco.

Revoluciones a mil: por apuro, por nerviosismo, por encontrarse abajo en el marcador rápidamente, y porque los resultados no están siendo positivos, Huracán se mostró nervioso en el juego rápidamente. Se notó mucho en cosas muy simples, como pases a compañeros que estaban muy cerca, pelotas mal entregadas o entregadas directamente a un rival, o jugadas mal ejecutadas o en las que se apura sin sentido… además de no tener una idea de ataque, por momentos cada uno hace lo que quiere, y así es imposible progresar.

Es delantero central: Apuzzo insiste con poner a Coniglio en posiciones que no son la suya (lo mismo que hicieron Alfaro, Mohamed y Vojvoda) y siempre queda expuesto. Lamentablemente, tuvo muy pocas oportunidades en su posición, como delantero central, y casi siempre le tocó jugar por algún costado para colaborar con Ábila, con Barrios o con Chávez. Si no hay lugar para dos nueves, entonces deberá entrar otro jugador por el costado, pero seguir quemando a Coniglio de esta forma es totalmente absurdo. Una muestra más de lo limitado y mal armado que está el plantel.

Se los pierde solo: con lo que le cuesta llegar y crear situaciones, además Huracán se pierde goles insólitos. A la recordada pésima definición de Vieyra contra Racing, le podemos sumar el gol que se perdió Barrios, definiendo a la cabeza del defensor cuando tenía todo el arco a disposición para marcar el empate ante Unión. Esa oportunidad, clarísima y generada por un error del arquero rival, más algunas otra que no aprovechó (un cabezazo de Barrios, una definición de Gómez adentro del área, la media vuelta de Salcedo) hicieron que Unión se quede con los tres puntos más por errores de Huracán que por mérito propio.

La defensa ya no es lo que era: si en las primeras fechas de Apuzzo hablamos de la solidez defensiva y de lo bien que se había acomodado el equipo en ese aspecto, ya podemos empezar a decir que está totalmente desarticulado. El gol de Lanús fue el primer aviso, y desde entonces Huracán no puede mantener el arco en cero. Racing nos ganó, Central Córdoba nos marcó por otro error propio y el gol de Unión fue insólito, una mezcla de errores entre Salcedo y Silva que le abrieron el partido al local cuando todavía no había atacado. Para colmo, cuando le meten el primero, el equipo se desarma completamente y queda a merced de los delanteros rivales, sumado a que le cuesta horrores conseguir marcar uno favor.

Ni a Gomez le salen: todo el semestre supimos que Huracán iba a depender muchísimo de Gómez, pero ya ni él está fino. Con la pelota en los pies se equivoca mucho, intentando pelotazos largos o pelotas filtradas que pocas veces llegan a destino. Es cierto que genera muchas faltas, pero últimamente tampoco le está sacando provecho a las pelotas paradas (tuvo un tiro libre ideal ante Unión en el que no pasó ni siquiera la barrera). Y en el área, tuvo una clarísima, de frente y con la pelota en el aire, que se le fue desviada por poco.

Al que madruga…: Unión encontró rápido el gol y con eso le bastó para ganar el partido. Ante un rival que es (por lejos) el que menos goles marcó en el campeonato, no había que pensar mucho qué hacer: dos líneas defensivas paradas lo más prolijo posible y a aguantar, sabiendo que Huracán tiene muy poco gol y además debía arriesgar dejando huecos atrás. Fácil para Unión, que ni siquiera llegó a ponerse nervioso cuando también arrastraba varios partidos sin ganar y estaba con su público a cuestas.

 

LO FEO

Termina como empezó: el año está finalizando para Huracán de la manera en que lo comenzó. Lleno de dudas, con un plantel perdido, una dirigencia que brilla por su silencio (o que brinda palabras vacías de contenido y de explicaciones satisfactorias), partidos que se pierden antes de jugarse, rivales que con muy poco se llevan los puntos, y un plantel que parece mucho más cercano a la Primera Nacional que a la Superliga.

Panorama negro: lo que viene tampoco tiene buen pronóstico. Salvo que algún viento fuerte se lleve la tormenta, en el horizonte hay un mercado de pases en el que no podremos incorporar, un puesto de director técnico que todavía está vacante y sin candidatos a la vista, una segunda parte de Superliga que deberá afrontarse con la urgencia de sumar puntos en la tabla, con la obligación económica de pasar algunas fases en la Copa Sudamericana y en la Copa Argentina, y un segundo semestre (posterior a las elecciones) en el que Huracán indefectiblemente peleará por no descender.

 

LAS PERLITAS

El mejor: Rodrigo Gómez

El peor: Saúl Salcedo

El dato I: la última vez que Huracán había visitado la cancha de Unión fue por el Torneo de Primera División 2015. Al Globo lo dirigía Apuzzo, el local ganó por 1 a 0 y el árbitro también fue Vigliano.

El dato II: Huracán acumula cuatro partidos sin marcar goles como visitante, desde la victoria por 1 a 0 ante Defensa y Justicia. Luego pasaron Estudiantes, Vélez, Racing y Unión.

El dato III: con ocho goles en quince partidos, Huracán es el equipo que menos anotó en este campeonato, seguido (de lejos) por Aldosivi, Patronato y Defensa y Justicia que tienen once goles cada uno.

Papá de Bianqui, junto a Barbi ? Licenciado en Comunicación Social. Hincha y socio de Huracán, como debe ser. Y admirador del Barça.

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