Paolo Goltz: los recuerdos del Huracán de Cappa y el dolor de aquel partido contra Vélez.

Huracán le marcó la vida a Paolo Goltz . Lo cobijó en 2001 cuando aterrizó de su Entre Ríos natal y lo vio crecer, tanto en el fútbol como en la vida. Debutó en el Globo el 24 de noviembre de 2002, en un 0 a 0 frente a Gimnasia, con Carlos Babington como DT. Tuvo más continuidad en 2004, con la llegada de Omar Labruna. Ya en primera división, se ganó la titularidad en 2007, con Antonio Mohamed. Más tarde fue ratificado en la zaga central por Osvaldo Ardiles y, luego, Claudio Ubeda. En el Apertura 2008 lo designaron capitán con 18 años. El club de Parque Patricios y esos primeros entrenadores forjaron sus inicios. Y el zaguero no los olvida.

-¿Qué recuerdos tenés de tu paso por Huracán?
-El mejor. Soy un agradecido. En Huracán es donde me tocó arrancar mi carrera, viví muchas cosas. Pasé por la pensión, en total estuve 10 años ahí así que son todos lindos recuerdos.

-¿Qué sentís cuando ves que la pensión de Huracán, el lugar en el que vos construiste los primeros sueños, se llama desde abril de 2017 Paolo Duval Goltz?
-Un orgullo bárbaro. Fui a visitarla hace unos meses. Es algo que uno no lo espera, por más que haya vivido en la pensión y haya jugado muchos años en Huracán. Siempre traté de hacer las cosas lo mejor posible y que te lo reconozcan así es especial.

-¿Qué recordás de aquel 5 de julio de 2009? Vélez les ganó y se consagró campeón del Apertura.
-Fue uno de los golpes más duros de mi carrera. Era un sueño salir campeón con Huracán. El equipo se había armado a último momento, quizás nos habíamos planteado otra cosa, como salvarnos del descenso. Y empezamos a jugar, ganamos partidos importantes, jugábamos muy lindo, a la gente le gustaba, incluso a gente que no era hincha de Huracán. Y no haber podido coronarlo fue un golpe durísimo, porque yo también era el capitán y lo sentí mucho. Pero así como uno recibe un golpe, hay que saber levantarse rápido y seguir.

-En ese partido en Liniers se vieron cosas raras…
-Sí, se dieron cosas raras. Pero trato de olvidarlo. Yo nunca volví a ver ese partido porque me golpeó mucho. Pero pasaron cosas raras. Que se meta gente ajena a los equipos al campo, que nos anularan un gol por un offside que no fue… Por supuesto que está el error humano eh, pero bueno. En la jugada del gol de ellos hubo foul a nuestro arquero… Hubo cosas, pero no se puede volver atrás. Por eso no volví a verlo. No vi el gol. Lo que recuerdo es lo que viví ese día y de alguna manera ya se olvidó.

-Pero ese equipo dejó una huella. Aquel Huracán de Cappa trascendió tanto más que aquel Vélez…
-Por supuesto. Era un equipo muy lindo. Nosotros lo disfrutamos muchísimo. Entrábamos a la cancha y era pura diversión. Venía gente de otros equipos a vernos. A mí me gustaba verlos a Pastore, a Bolatti, a Defederico. Jugaban increíble. Los laterales pasaban muchísimo. Era un equipo que jugaba muy bien. Pero por supuesto que a mí no me quita nadie la tristeza de no haber podido ser campeón con ese equipo.

Por Pablo Lisotto para La Nación