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Dura derrota en el Florencio Sola ante Banfield. No por el resultado, que tan sólo fue 1 a 0, sino por la diferencia futbolística entre un equipo y el otro. Fue apabullado por el equipo dirigido por Almeyda y Marcos Díaz evitó una goleada. Mucho para mejorar para Huracán que, de visitante, está mostrando su peor cara.

LO BUENO

Marcos Díaz: Lo mejor del Globo, y a fin de cuentas, lo único rescatable de la noche. En los primeros 20 minutos del partido, donde el local parecía una locomotora sin frenos en ataque, tapó tres pelotas de gol. Más allá de la impericia del local y la falta de fortuna, con esto fue clave para que el Globo se vaya al descanso con el arco en 0. Nada que hacer en el gol de Bertolo. Tuvo algunas intervenciones más que le permitieron a Huracán llegar con vida al final del encuentro.
LO MALO

Los primeros veinte minutos: Si bien a lo largo de todo el partido Huracán redondeó un partido muy malo, el arranque fue lo peor y, sinceramente, pocas veces visto. No era desconocida la riqueza técnica del plantel local, con jugadores de la talla de Bertolo, Noir, Cazares, y siguen las firmas. Tampoco la cantidad de situaciones por partido que genera el equipo del sur. Sin embargo, me animó a aseverar que nunca creó tantas jugadas claras de gol en tan poco tiempo. Fueron 7 chances en 20 minutos. Demasiado para el fútbol de hoy. Huracán no estaba en cancha. Como es costumbre de visitante, cedió el balón y toda la iniciativa al local, y la única premisa fue aguantar. La fortuna y Marcos Díaz lograron el objetivo, pero si el Globo recibía 3 goles en ese lapso no era para sorprenderse. Sin contención en el medio por parte de la dupla Vismara- Bruna, y una defensa totalmente desbordada, Banfield hizo lo que quiso. Por momentos se pareció a los partidos ante Cruzeiro y Universitario por Copa Libertadores. Igualmente, ni en el Mineirao ni en la altura de Sucre sufrió el vendaval sobre el arco que le generó el taladro. Apenas si pudo pasar la mitad de cancha. De lo peor de Huracán en mucho tiempo.

El doble cinco: Vismara y Bruno poco hicieron para poder contener los ataques de Banfield. No estuvieron bien a la hora de cortar y recuperar el balón, siempre corrieron de atrás las jugadas. Vismara estuvo sorprendentemente errático a la hora de pasar la pelota, aspecto que había mejorado en los últimos partidos. En esos primeros minutos terribles, quiso darle un pase de cabeza a Marcos Díaz y terminó habilitando a Cuero para que casi convierta el primer gol. Y Bruna tuvo complicidad con Zaragoza en el gol de Bertolo, ya que entre los dos no pudieron marcarlo correctamente para evitar que cabecee con tanta comodidad. Fue reemplazado demasiado tarde por Campana.

Los laterales: Huracán tuvo muchos problemas por las bandas. Balbi, de lo más regular del Globo en el campeonato, fue desbordado varias veces, sobre todo en el arranque vertiginoso que propuso el local. Logró afianzarse cuando el Taladro bajó la intensidad, pero lamentablemente debió salir lesionado en el primer tiempo. Con tan sólo dos minutos en cancha, Sotelo perdió la espalda ante Yeri y éste envió el centro para que Bertolo convierta el primer gol. Cuatro minutos después fue amonestado. Tuvo evidentes problemas por la banda, auxiliado en más de una oportunidad por Domínguez, y nunca logró proyectarse. Peor fue el panorama para Zaragoza, que jugó los 90 minutos con un nivel muy bajo. Reemplazo de Mancinelli por lesión, tuvo muchos problemas para contener los avances de Banfield. Tuvo gran responsabilidad en el gol de Banfield, dejándose anticipar por Bertolo tras el centro de Yeri. Otro lateral que prácticamente no se proyectó en todo el partido, ni siquiera con el resultado en contra. Así es muy difícil.

Pobreza en ataque: Huracán habrá creado tres chances claras en todo el partido. La primera fue a los 36 minutos del primer tiempo, tras una excelente volea de Montenegro que se estrelló en el palo y cruzó toda la línea. Muy poco para un equipo que tiene con qué. Ábila quedó en soledad ante un Vittor impasable, y Edson Puch debió ser reemplazado muy rápidamente por lesión. Montenegro sigue teniendo una deuda pendiente con el juego, más allá de lo mencionado. Toranzo sin la pelota sabemos que desaparece del partido. Y Romero Gamarra falló en la puntada final, equivocando las decisiones. Huracán estuvo todo el segundo tiempo en desventaja, y con la obligación de ir en busca del empate, no pudo hilvanar más de dos situaciones de riesgo. Otro de los factores que justificaron la derrota.

Ramón Ábila: Héroe y figura en el partido anterior, tuvo un flojo desempeño en el Florencio Sola. En el duelo personal con Vittor, perdió prácticamente en todo el cotejo. Siempre fue anticipado, y nunca llegó a aguantar la pelota. Sólo tuvo dos oportunidades de gol. Un remate débil que Bologna contuvo con facilidad, y un disparo desde una posición inmejorable en el área que se fue muy cerca del palo tras un pase de Montenegro. Estuvo además errático con el balón en los pies.

Más lesiones: Tras la goleada ante el Bicho y con una semana de descanso sin Copa Libertadores de por medio, repetir el once inicial era lo que se esperaba. Ya en la semana surgieron las dudas, y Mancinelli y Villarruel terminaron quedando fuera de la lista de concentrados. Mancinelli había sido reemplazado en el complemento ante Argentinos, y Villarruel había recuperado la titularidad tras su lesión. Sin embargo Lucas volvió a resentirse, y Mancinelli no pudo recuperarse de la molestia. Edson Puch, por otra parte, llegó con lo justo y sólo pudo jugar 33 minutos. Huracán sigue dando ventajas desde lo físico, y con tantos partidos en pocos días, el club comienza a parecerse a una sala de enfermería. Con poco recambio de jerarquía, en marzo comienza a pagarse con puntos la mala gestión dirigencial a la hora de contratar refuerzos de nivel. Se durmió la siesta durante el mercado de pases, y cada vez resulta más complicado afrontar dos competiciones.

No se pateó el tablero: Huracán comenzó el partido con una pasividad sorprendente, y no se fue al descanso con una goleada en contra de milagro. Sólo logró acomodarse en la cancha cuando Banfield bajó la intensidad de su juego, no por mérito propio. Dos minutos del segundo tiempo bastaron para que Banfield consiga lograr la ventaja que merecía en el marcador. Tras quemar dos cambios por lesiones, Apuzzo demoró demasiado en enviar a la cancha a Campana. El cambio se produjo recién a los 31 minutos. El Globo jugó 29 minutos en desventaja, y sin embargo no logró crearle peligro al local. No hubo rebeldía en los jugadores, se siguió jugando a un ritmo cansino, sin profundidad. No hubo respuestas desde lo táctico, y ahí falló el cuerpo técnico. No es la primera vez que Apuzzo demora los cambios, y si bien sólo le quedaba una última opción, debió jugársela varios minutos antes.

Otra derrota de visitante: Huracán no logra hacer pie saliendo del Ducó en el torneo local. Cuarta derrota acumulada, y a esta altura ya es preocupante que no haya podido rescatar siquiera un punto. Peor teniendo en cuenta que no gana en esta condición, en Primera División, desde la quinta fecha del Apertura 2010. El Globo le cede la iniciativa y el balón al conjunto local, y espera un error rival para poder convertir. Con el correr de los partidos está quedando visible lo incómodo que juega el equipo sin la pelota, y como puede lastimarlo cualquier ataque rival. Habrá que corregir estos aspectos del juego, ya que los próximos compromisos de visitante en el torneo son ante Racing y Rosario Central, equipos más que peligrosos con el control del balón, y con delanteros de gran jerarquía.
LO FEO

La diferencia entre ambos equipos: Se suponía que iba a hacer un partido muy atractivo, por la saludable propuesta del equipo comandado por Almeyda, y por lo que podía llegar a generar Huracán, sobre todo luego de la goleada del sábado pasado. Jugadores de buen pie había en los dos equipos. Sin embargo, Banfield fue demasiado equipo para Huracán, y el resultado terminó siendo muy generoso. Hubo una supremacía futbolística y física notable a favor del local. Desilusionó y mucho lo que mostró el Globo en cancha. Faltó ambición, y no opuso demasiada resistencia a lo planteado por Banfield. Sacando los equipos grandes, Banfield debe tener uno de los mejores planteles, junto a Estudiantes de La Plata. Pero el Globo tiene jugadores como Toranzo, Romero Gamarra, Montenegro, y un goleador implacable como Ábila. Ninguno de ellos tuvo una buena noche, y en Banfield todas sus figuras tuvieron un rendimiento superlativo. Se esperaba quizás un partido de golpe por golpe, pero lamentablemente anoche sólo hubo un equipo en cancha. Huracán jugó el peor partido del año, y habrá que trabajar durante la semana para revertir esta pobre imagen.
LOS NUMEROS

Historial ante Banfield: Partido número 73 disputado en Primera División, con 31 victorias Quemeras, 22 empates y 20 derrotas.

Última victoria ante Banfield: Fue en el Nacional B, en la temporada 13/14. Goleada 3 a 0, con goles de Martínez, Domínguez y Toranzo,

Última victoria ante Banfield de visitante: También en la misma temporada del Nacional B. Victoria 2 a 0 con goles de Defederico y Caruso.

Última victoria de visitante en Primera División: 2 a 1 a Quilmes, por la quinta fecha del Apertura 2010. Goles de Quintana y “Chichón” Nieto.
LAS PERLITAS

La mejor jugada: Dentro de lo poco generado, una combinación entre Romero Gamarra, Toranzo y Montenegro, para que éste último tire un centro atrás perfecto para “Wanchope” Ábila, quien remata desde una posición inmejorable en el área y la pelota se va muy cerca del palo izquierdo de Bologna.

La peor jugada: Una sucesión de infortunios, en donde Yeri le gana la espalda a Sotelo y envía el centro para Bertolo, que cabecea sólo ante la pasividad de Zaragoza y la llegada tarde de Bruna.

La figura Quemera: Marcos Díaz.

La desilusión Quemera: Leonardo Zaragoza.

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