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Huracán vendió por millones en los últimos años, pero las Inferiores apenas participan en Primera. ¿Llegan pocos pero buenos? ¿Alcanza? El trabajo de Apuzzo está en la mira de los hinchas y SoyQuemero te ofrece un informe detallado, comparando desde 2014 los jugadores que promocionó y vendió el Globo con el resto de los clubes.


Los malos resultados en Inferiores son lo de menos. Dicho esto, vale remarcar que muchas veces resultan ser, infelizmente, el último eslabón de una cadena de desaciertos; de procesos formativos que no se tradujeron en calidad, que no pulieron lo suficiente o lo necesario, que no aportaron valor agregado. Y cuando esto pasa, indefectiblemente el éxito a largo plazo del fútbol profesional queda suscripto al buen ojo en los mercados de pases, a optimizar la billetera, a dar en el blanco.

Las Inferiores de Huracán han aportado muy poquito –o nada- a los últimos seleccionados juveniles. ¿Dato irrelevante? Puede ser, seguramente, por qué no. Vayamos al grano entonces, al punto. Miremos directamente al plantel profesional del Globo: sólo Walter Pérez y Norberto Briasco han disputado al menos 19 partidos, un “campeonato tradicional”. Y desde el último ascenso (2014), si agregamos a Romero Gamarra, Espinoza, Villarruel y Pity Martínez completaríamos una lista de 6; los únicos 6 que vistieron la gloriosa camiseta de Huracán en al menos 19 partidos. Parece muy poco para bancar la estructura actual con la seguridad que Nadur lo hace.

¿Y si nos comparamos con los otros 21 clubes que siguen en la Superliga? ¿Cómo estamos?

A nivel ingresos, sólidos. Un acérrimo defensor de la gestión Apuzzo podría tomar la tablita de abajo y enarbolar una concluyente prosa capitalista, apuntalada por los Dólares que llegaron a la cuenta corriente producto de las ventas de Pity Martínez, Espinoza y Kaku. Números irrefutables, quizá sorprendentes en el contexto. Con la misma referencia (desde 2014), el Globo es el 9º club que más dinero recibió por lo fatto in casa, por encima de Lanús, Banfield, San Lorenzo y Newell’s, entre otros.

Ahora bien, el parámetro que representa el dinero es insoslayable, pero la economía es un ejercicio bastante más complejo que contar los billetes que entran. Y aquí es donde entra en escena otra tabla que da arcadas, la que ubica a Huracán junto a Colón, y sólo por encima de Defensa, Talleres, Aldosivi, Patronato y Atlético Tucumán. Es la tabla que muestra, también desde 2014, la cantidad de jugadores de propia sepa que disputaron al menos 19 partidos en su respectivo club formador.

Usted dirá, “¿pero qué tiene que ver la economía con la cantidad de jugadores que tengo en Primera, si total con 3 vendo lo que el otro con 5 o 6?”. Y tiene mucho que ver, muchísimo. Porque si yo vendo al lateral izquierdo en 5 palos y su reemplazo es otro lateral izquierdo que viene de abajo, efectivamente tengo 5 palos. Si al próximo lateral izquierdo debo comprarlo no dispondré de los 5 realmente (Banfield, por ejemplo, vendió a Toledo y atrás tenía a Bettini, a quien ya vendió también; tenía a Tagliafico, lo vendió, lo reemplazó con Soto, lo vendió, y ahora tiene a otro chico de su cantera en esa posición; Huracán vendió a Espinoza y debió comprar a Pussetto, vendió a Kaku y contrató a Roa; adquiere los pases de Salcedo y Alderete, ambos con 21 años, porque no tiene un central de ese nivel en sus inferiores). El bienestar financiero del Globo en este tiempo ha sido, en gran parte, producto de una provechosa combinación de las ventas citadas, sumadas al buen tino en las adquisiciones de Pussetto, Wanchope y alguno más.

Desde ya, el suceso deportivo en el máximo nivel tiene muchos caminos posibles. Prueba de ello es la retrasada ubicación en ambas tablas de varios clubes de moda, los cuales sin embargo disfrutan de un gratísimo pasar en la Superliga. Por eso vale una aclaración: el espíritu de esta nota no es alentar o denostar a uno u otro modelo. Los modelos a seguir de los clubes, sus sagradas escrituras, son como los estilos de juego: con un líder centrado, intérpretes adecuados y trabajo a conciencia todos son potencialmente exitosos.

El debate que nos debemos (debate en serio, sin golpes bajos) es si la gestión de Apuzzo está a la altura de las circunstancias, o al menos de lo esperado. Si las ventas de Kaku, Pity y Espinoza son el bosque o el árbol que lo tapa. Si Huracán no invierte como otros en Inferiores (Argentinos, por ejemplo) porque le gana la urgencia del hoy, o porque simplemente aspira a ser redituable mediante un modelo de club diferente, recolocando sus Dólares en talentos más tangibles. ¿Somos un club primero productor y después comprador o al revés?

Para pensar y reflexionar.

Periodista, ex Olé. El fútbol no es un juego: es todo

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