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El Presidente de Huracán envió una carta de carácter personal a los medios, para ser difundida entre los socios del club.


A los Socios e Hinchas del Club Atlético Huracán:

Hoy me dirijo a Uds. para que conozcan la situación de la que estoy siendo víctima, que no solo afecta a mi persona, sino también a la institucionalidad de nuestro querido club. Por ello me siento en el deber, como Presidente, como socio y como hincha de Huracán de poner en conocimiento de toda la comunidad huracanense esta grave contingencia.

Como es de público conocimiento, el día 12 de Marzo de este año, el Tribunal de Honor del Club Atlético Huracán me impuso una sanción de 6 meses de suspensión por “…haber incurrido en infracción grave al asumir indebidamente la representación del club…”.

El Tribunal de Honor, que tiene como principal función “velar por el cumplimiento de las disposiciones legales, reglamentarias y estatutarias vigentes”, realizó un sumario que estuvo plagado de irregularidades: me imputaron una infracción que no sólo no cometí (no representé indebidamente al Club), sino que no estaba prevista en el estatuto vigente al momento en que supuestamente ocurrió; me imputaron y me juzgaron obviando que el encargo de imputar (acusar) es de la Comisión Directiva (órgano que no realizó denuncia alguna en forma personal), es decir que cumplieron el doble rol de Juez y Parte en ese procedimiento; me imputaron un hecho que ni siquiera fue mencionado en la Comisión Directiva; y hasta difundieron, en medios partidarios, el contenido de la decisión que adoptaron antes de dictar la resolución.

Sin perjuicio de ello, no es mi intención realizar una defensa jurídica – eso ya está en manos de mis abogados- sino poner en conocimiento de todos los socios e hinchas de Huracán la gravedad y el trasfondo político del asunto.

Es a todas luces evidente que hay personas dentro de nuestra institución a las que no les agrado. Eso no reviste problema alguno, al contrario es sano y democrático. En la vida, y más aun cuando uno asume responsabilidades en una institución tan importante como la nuestra, va a encontrarse con adeptos y detractores. Lo grave es que esas personas utilicen los órganos de gobierno del Club para intentar impedirme participar de las próximas elecciones.

Al ser notificado de la injusta sanción, interpuse la apelación correspondiente y solicité “…convoque de manera urgente a una asamblea extraordinaria a fin de tratar el presente recurso…”. A pesar de mi expreso pedido y que aún no hay fecha probable de las elecciones, algunas personas quieren impedir que pueda presentarme a elecciones, y tienen la idea de dilatar la decisión para que no se resuelva la cuestión, manteniendo esta incertidumbre que no solo me perjudica a mí, también al Club y a su imagen institucional.

Este accionar evidencia la verdadera intención de impedirme ser nuevamente candidato a presidente del Club Atlético Huracán.

Peor aún, he tomado conocimiento de la intención de ciertos actores de la política del club que –en otra línea- aguardan ansiosos la confirmación de mi suspensión para alzarse con el poder a través de la renuncia deliberada, maliciosa e infundada de la mayoría de los miembros de la Comisión Directiva, para así –quebrando el orden institucional- forzar la asunción del Tribunal de Honor, que como ya sabemos se compone en su casi totalidad por miembros de la hoy llamada “Unidad”.

Hace 9 años que tengo el honor de presidir el club de mis amores, creo humildemente que fueron 9 años de muchos aciertos y errores, pero todas mis acciones fueron dentro del marco de legalidad y respetando el estatuto y por sobre todas las cosas con la plena convicción de que cada decisión era la mejor para Huracán.

Esta en la voluntad de cada socio decidir si mis aciertos fueron mayores a mis errores, y en ese caso votarme en los próximos comicios. También pueden elegir no votarme, esa es la esencia de la democracia. Lo que no podemos permitirnos como institución, como socios y como hinchas es que nos arrebaten de manera ilegal la posibilidad de elegir.

Huracán es reconocido en el ambiente del futbol como un club altamente politizado. Tan politizado que se ha dado hasta el lujo de expulsar al mejor presidente de la historia, Tomás Adolfo Ducó. Ha sufrido en su devenir, por tal motivo, enormes contratiempos, marchas y contramarchas, renuncias, presidentes expulsados, intervenciones, unidades forzadas y a la postre fallidas (porque no hay en Huracán un solo caso de unidad que haya resultado exitosa), entre otros tantos males, que luego sólo redundaron en perjuicio de su crecimiento deportivo, institucional y económico.

Estoy por eso convencido que no es casualidad que la estabilidad política lograda en estos últimos nueve años vaya de la mano de la permanencia del equipo de futbol de Primera División desde el ascenso logrado en el año 2014.

Por eso les digo que la cuestión trasciende a la sanción a un presidente. Es mucho más que eso.

Los saluda atentamente

Alejandro Miguel Nadur

Director, redactor y conductor de SoyQuemero

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