Superliga 2017/18 – Fecha 18; Colón 0 vs. Huracán 0 – En un partido jugado bien al estilo que propone el entrenador del Globo, Huracán se trajo 1 punto en su visita a Santa Fé contra Colón. El encuentro se jugó de muy mala manera de ambos bandos, por lo que el empate era lo más lógico que podía ocurrir.

Tras la victoria de la semana pasada frente a Estudiantes, Gustavo Alfaro metió tres cambios en el equipo inicial teniendo en cuenta aquel partido: Ricardo Noir reemplazó al suspendido Adrián Calello, Carlos Matheu al lesionado Saúl Salcedo y Andrés Chavez ocupó el lugar de Fernando Coniglio en la delantera. De esta manera el equipo volvió a formar con el 4-2-3-1 que, por lo que se vio en el último tiempo, mejor le sienta al entrenador. Una línea de cuatro defensores integrada por Carlos Araujo y Pablo Álvarez en los laterales, y Matheu junto a Martín Nervo por el centro. Como doble volante central estuvieron Mauro Bogado e Israel Damonte, una línea de tres volantes ofensivos integrada por “Tito” Noir e Ignacio Pussetto por los extremos y Nicolás Silva como enganche, y como única referencia en ataque el mencionado Chavez.

El globo jugó durante el primer tiempo, como era de esperarse, apostando a una contra y a la velocidad de sus jugadores más rápidos. Tanto Pussetto como Silva fueron los artífices de las jugadas más peligrosas del equipo quemero. No llama la atención el peso ofensivo del globo en estos dos jugadores, ya que desde que el ex jugador de Colón y Boca Unidos es titular en el conjunto de Alfaro demostró, a pesar de no jugar en su posición natural que es atacando por sobre las bandas, ser un jugador muy desequilibrante para el equipo.

Algo a resaltar en el equipo que paró el globo para afrontar este encuentro es la posición de Chavez. El ex Boca jugó como único delantero de área, como hizo durante la primer parte del torneo Ramón Ábila. Ahora bien, ¿es esta posición la que mejor le sienta a la nueva incorporación del equipo de Alfaro para este torneo? Si uno hace memoria, la mejor versión que se vio de este jugador fue en aquel Banfield de Matías Almeyda que consiguió el ascenso a primera en el año 2014. Por aquel entonces el trio de ataque de ese conjunto estaba integrado por “Tito” Noir por una banda, Chavez por la otra, y el paraguayo Santiago Salcedo por el centro. Es decir, que la mejor versión de este jugador se vio en otra posición totalmente distinta a la que está jugando hoy por hoy en Huracán. Por eso no llamó la atención de verlo aislado del juego, desganado y parsimonioso. Claramente este lugar no le sienta nada bien al “comandante”. A los 35 minutos de la primera etapa, Pablo Álvarez tuvo que abandonar la cancha por lesión, y fue reemplazado por Cristian Chimino. El ex Temperley ocupó el lateral derecho, pasando “Pipi” Arajo a cubrir el izquierdo.

En el complemento la intención futbolística de Huracán fue bastante similar aunque un poco más retraído. A los 22 minutos de dicha etapa el entrenador decidió el ingreso de Diego Mendoza en lugar del lesionado Pussetto para utilizar un recurso que ya supo usar en el pasado: el ex Estudiantes jugó como segundo delantero de Chavez, pero más retrasado teniendo mucha responsabilidad en la zona defensiva. Esta posición no es nueva para el delantero quemero, ya que por ejemplo en el encuentro contra Gimnasia en La Plata, Alfaro lo utilizó de la misma manera que en este partido, y es por eso que desde este espacio entendemos que lo prefirió por encima de Fernando Coniglio. El esquema con el que quedó parado el equipo fue un 4-4-2, pero con la salvación de que Mendoza fue un delantero medio “mentiroso”.

El punto no sabe a poco teniendo en cuenta que se jugó de visitante y contra un equipo que en el último tiempo complicó y mucho a Huracán. No es un dato secundario que por segundo partido consecutivo la valla de Marcos Díaz quedó invicta, porque significa que la solidez defensiva de a poco se está recuperando. Se viene el clásico con San Lorenzo y ese es un partido que no resiste mayor análisis: se juega de local y el entrenador debe encontrar la manera para que los tres puntos queden en casa.