Copa de la Liga – Zona 2 – Fecha 4 | Huracán 2 vs. Vélez 0 | ¿Cuál es el verdadero Huracán? ¿El del arranque con Lanús o el de los minutos fatales ante Estudiantes? ¿El del “trotecito” con Arsenal o el del primer tiempo ante Vélez?
El Globo volvió a la victoria en un partido durísimo ante el Fortín y recuperó el buen semblante después de una semana complicada. Frank Kudelka parece tener al alcance de la mano algunas certezas que dejó el equipo pero, cuidado, también quedaron algunos interrogantes.
Cómo se pasa de jugar unos muy buenos 45´ a tener apuros casi innecesarios en el segundo tiempo, y con un hombre más, es una de las preguntas que quedó flotando en la Bonavena. El equipo escuchó el tirón de orejas del entrenador y, esta vez, salió con una intensidad distinta a la que salió en Sarandí. La presión alta con los delanteros exigiendo y con Hezze molestando volvió a demostrar que da sus frutos. Aquí, entonces, la primera certeza. Huracán no puede regalar nada. No le sobra plantel ni mucho menos. Tiene que meter y meter. Pero esta vez, a esa actitud también se le agregó pasajes de buen fútbol. Desde lo táctico, incluso, confundió a Vélez. Huracán se hizo ancho, con los dos laterales pegados a la banda (Ibáñez y Quílez parecen ser, de una vez por todas, las mejores opciones para esos puestos) y eso terminó por abrir al visitante generando espacios. Si a los de Pellegrino les costó esa anchura 11 contra 11, cuando se quedaron con 10 el esfuerzo los terminó de cansar.
El trío del medio que puso Kudelka –Hezze, Fattori y Cristaldo- parece tener la chapa de “el ideal”. El 5 llegado de Ferro hizo gala de su timming para los cortes y fue la rueda de auxilio que, hasta ahora, el DT no había encontrado ni en Yacob antes ni en Henríquez actualmente. Sólo una duda dejó Fattori. ¿Moverse tan cerca de los centrales es una indicación desde el banco o tiene que ver con su comodidad? Tres metros más adelante sacaría al equipo del fondo, aunque habría que ver si eso no lo deja expuesto (su velocidad no es su punto alto).
Los grandes interrogantes, por último, pasan por lo mostrado en el segundo tiempo. Resulta lógico que, con 1 más y una ventaja de dos goles, el equipo intente administrar sus energías de otra manera. Sin embargo, se retrasó demasiado en el campo y perdió (¿o entregó?) por completo la tenencia. Encima los cambios desde el banco no revitalizaron. Curruhinca no estuvo participativo y se apostó por Walter Pérez para morder en el medio y no por Vera para tenerla un poco. Arriba, ya sin Candia y Cóccaro, se perdió fuerza por completo. Eso sí, nobleza obliga. Huracán tiene un plantel corto y las soluciones para eso no parecen estar en el banco de suplentes. El mercado de pases fue de regular a flojo (quizá Fattori pueda ser considerado, hasta ahora, el único “refuerzo”) y hay que arreglarse con lo que hay. Siempre, claro, intentando jugar y con actitud.