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Superliga 2017/18 – Fecha 7; Huracán 4 vs. Lanús 0 – Fiel al librito de su entrenador, Huracán consiguió una gran victoria en el Ducó contra un Lanús muleto. El equipo de Alfaro aprovechó los espacios que dejó su rival y lo castigó de contra.


Para disputar el encuentro frente a Lanús por la fecha número 8 de la Superliga, el entrenador Gustavo Alfaro dispuso dos modificaciones teniendo en cuenta el equipo que venía de vencer en Bahía Blanca a Olimpo: la vuelta a la titularidad de Alejandro Romero Gamarra por Mariano González, y de Mauro Bogado en lugar del lesionado Patricio Toranzo. Nuevamente el dibujo fue el 4-4-2 preferido del entrenador, que parece cada día afirmarse más en el juego del equipo.

De entrada se vio un Huracán que salió a buscar el partido. Tuvo la oportunidad de ponerse en ventaja muy rápido a los 10 minutos desde los pies de su “hombre gol” Ramón Abila. Aquí hubo un quiebre táctico en el partido, ya que Huracán lo hizo entrar a Lanús en el juego que más le gusta: esperarlo, cederle la pelota pero presionando (a sabiendas que el equipo de Jorge Almirón intenta tener la posesión de la pelota desde que arranca el juego con su arquero), y apostar a la contra, algo que este globo de Alfaro sabe enarbolar muy bien. Así fue como en varias ocasiones el equipo quemero supo aprovechar el adelantamiento natural del rival por el resultado adverso, para encontrarlo mal parado en los retrocesos y sacar ventaja a espaldas de sus defensores ubicados en reiteradas ocasiones casi en la mitad de la cancha.

El ejemplo más claro de la presión que le impuso Huracán a Lanús se vio a los 33 minutos del primer tiempo: Adrián Calello ahogó de manera eficiente a un rival, quitó la pelota y de ahí surgió el emocionante gol de “Kaku” Romero Gamarra tras asistencia de “Wanchope” Abila. El primer tiempo del Globo, desde el aspecto táctico y futbolístico fue sobresaliente a mi criterio.

Si nos abocamos un poco más a como estuvo el equipo parado dentro de la cancha, tenemos que decir que la defensa fue la misma que en las anteriores siete fechas: Cristian Chimino, de gran partido con asistencia incluida, en el lateral derecho, Lucas Villalba en el izquierdo, y la dupla central bien consolidada con Saúl Salcedo y Martín Nervo. En el medio por las bandas Ignacio Pusseto por el carril derecho, Romero Gamarra por el izquierdo y los dos volantes centrales fueron Calello y Bogado. La dupla ofensiva tuvo presentes a Fernando Coniglio y al gran “Wanchope” Abila.

El complemento mostró más de lo mismo que se vio en el primer tiempo: el globo presionando a Lanús desde el llano para en alguna situación encontrarlo mal parado y con balones largos apostar a que Abila le coma las espaldas a los defensores. Para llevar a cabo esta tarea hubo un gran partido de Mauro Bogado, haciéndose eje, distribuyendo la pelota limpia para sus compañeros, relevando a estos mismos, sumándose a la tarea defensiva en el mediocampo junto con Calello y de Wanchope, no solo por los goles, sino también haciendo lo que mejor sabe hacer el ex Instituto y Deportivo Morón: jugar de espaldas a sus defensores, aguantar la pelota y descargar.

Con el partido ya 3-0 a favor, Alfaro mandó a la cancha a Mariano González, a los 21 minutos del segundo tiempo en lugar de “Kaku” Romero Gamarra, volviendo el ex Inter de Italia a ocupar el carril izquierdo como supo hacer frente a Vélez por Copa Argentina y contra Olimpo la fecha pasada. Cuatro minutos después el que dejó la cancha adolorido fue Bogado, para el ingreso de Lucio Compagnucci, en un cambio de jugadores de características bastante similares (quizás el ex Vélez tiene más vocación defensiva que Mauro, pero juegan en la misma posición).

Algo que supo lograr Huracán en la soleada tarde del Palacio Tomás Adolfo Ducó, fue que los delanteros de Lanús, en especial Germán Denis su máxima referencia en ataque, no puedan recibir la pelota de frente al arco defendido por Marcos Diaz. Esto habla del gran funcionamiento que está logrando conseguir el equipo de Parque Patricios. Una de las pocas jugadas en las que el “Granate” pudo atentar contra el arco del globo ocurrió a los 33 minutos tras una pelota perdida infantilmente por González, en la que Marcelino Moreno fue derribado en el área por Diaz. Afortunadamente Denis tiró el penal a cualquier lado, y el Globo pudo sostener el 0 en el arco por cuarto partido consecutivo en la Superliga. A los 35 minutos, se produjo el regreso al primer equipo de Daniel Montenegro, en lugar de Coniglio, quedando el globo parado con un 4-4-1-1 lo que restaba de partido.

Se podrá decir que Lanús jugó con suplentes, que de haber tenido a los titulares en su alineación inicial el partido hubiera sido de otra manera y demás. Todas esas conjeturas son correctas, pero la realidad también marca que este equipo está demostrando que es un conjunto que le va a traer dolores de cabeza a más de uno, o por lo menos le va a poner difíciles las cosas. Los jugadores demuestran partido a partido que “la idea Alfaro” les empieza a sentar bastante bien. Si comparamos el rendimiento en aquel primer partido en Avellaneda contra Independiente al de esta tarde contra el “Granate”, el progreso que logró futbolística y tácticamente Huracán es muy importante. El viernes que viene en Mendoza los jugadores tendrán la posibilidad de seguir afirmando y afianzando esto último dentro de la cancha. 

Periodista Deportivo. Profesor de Educación Física

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