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Torneo de Primera División 2016, 20ma fecha – Huracán 1 vs. Arsenal 2 – Partido a partido analizaremos el planteo táctico del equipo de Juan Manuel Azconzábal.

Huracán no salió a la cancha en el primer tiempo, y en el segundo se empeñó minuciosamente en enviar centros a las manos del arquero, y le regaló el partido a un equipo que da lástima ver jugar.

¿Vale la pena analizar el planteo táctico de un elenco que entrenando casi una semana entera (y a veces a doble turno) entre partido y partido no tenga ni la más remota idea de que hacer cuando entra a la cancha?

La táctica es lo que emplea un equipo para llevar a cabo un plan de juego, una estrategia. Uno va a la cancha con la intención de ver con qué concepto su cuadro intenta doblegar al rival. Bien: eso, en Huracán, ayer no existió. Y duele. Duele mucho ver a 11 profesionales sencillamente sin saber cómo hacer su trabajo. Quizás Azconzábal (como todos los técnicos desde Domínguez), hable otro idioma, tal vez estén pasando un mal momento grupal y/o personal… pueden ser muchos los factores que desencadenen este presente. No obstante, y más teniendo en cuenta lo que cobran por hacer lo que les gusta, el hecho de que se rehusen tan descaradamente a hacer su trabajo, es algo que no tiene justificación alguna.

El cuento de que el DT no logra inculcar su juego en un plantel que dirige hace 2 meses (y que ganó 2 de los 3 primeros partidos que disputó por el torneo local con una idea muy clara) yo no me lo creo. A otro perro con ese hueso. Se nota a la legua que el problema es cien por ciento extra futbolístico, y me encantaría que puedan resolver sus problemas. Pero -y hablo por todos los Quemeros-, no me quiero ir a la «B», y muchísimo menos por una cuestión que no tiene que ver con lo deportivo. Porque si hay algo que demostró este plantel es que cuando sale a ganar lo hace. A las pruebas me remito

Sin más que decir en este aspecto, e implorando al lector que disculpe el obligado descargo, pasaremos de una vez por todas a lo que en ésta columna nos compete.

Para este partido en el que el «Globo» recuperó la columna vertebral que componen Díaz, Mancinelli y Fritzler, el DT repitió esquema con respecto al partido ante «La Crema». Fue un 4-3-3 que contó con Romat pasando al ataque como ya es habitual, y con la particularidad de que el «Polaco», Bogado y Mariano González se pararon escalonadamente en el mediocampo, ocupando la mayor parte del tiempo un rol diferente: El ex Lanús era el «5 tapón»,  Mauro -que erró varios pases a 3 metros de distancia, algo así como Verón ante Inglaterra en el 2002- era el mediocampista de elaboración (o al menos esa era la idea) y el hombre de Tandil jugó de enlace, muy cerca de la línea de atacantes Briasco, Molina y Angulo.

Eso sí, el plan a desarrollar quedó, si se me permite la analogía, como el pozo del Quini: vacante.

Como se expresó al principio del informe, Huracán no entró en partido en ningún momento del primer tiempo, y salvando las patriadas de Romat o Briasco, que eran el tandem «ofensivo», para llegar al área por la derecha como una mera formalidad, cada vez que el local se hacía con la posesión de la pelota era para custodiarsela a Arsenal hasta que la recuperara.

A los 24′, el golazo de tiro libre de Brunetta para el «Viaducto» impulsó una modificación táctica en el «Quemero», que pasó del 4-3-3 al 4-4-2, pasando González a la banda izquierda, Angulo a la derecha, y conformando Briasco la juvenil dupla delantera con Molina, dibujo que se mantuvo hasta el final de los primeros 45 minutos.

En el entretiempo, Azconzábal decidió acertadamente sacar a Bogado -quien tuvo la tarde propia de una película de horror- y darle lugar a Romero Gamarra, retomando así el 4-3-3, esta vez con un hombre de contención y dos enlaces.

De esta manera, el equipo apostó permanentemente a desbordar (era un trámite) a la defensa visitante por la izquierda, para que Angulo, González o Villalba centraran constantemente a las manos de Pablo Santillo.

Con la expulsión de Romat a los 18′ de la segunda parte, Fritzler se vio obligado a retroceder para convertirse en el primer marcador central, mientras que Nervo ocupó la posición que dejó vacante el ex Atlético de Tucumán.

Dos minutos después, Tomás Molina dejó la cancha para el ingreso de Patricio Toranzo. De esta manera, el «Pato» se paró como mediocampista central, y Mariano González quedó como único «enganche» a raíz del desplazamiento de Romero Gamarra al extremo derecho, atacando el equipo con un 4-1-1-3, y defendiendo con un 4-3-2 por el retroceso de estos últimos.

A los 34′, instantes después del gol de Briasco y con la esperanza de poder dar vuelta el partido, González dejó su lugar al «Rolfi» Montenegro, qué ocupó la misma posición que el ex Santamarina de Tandil.

Por último y luego del segundo gol de Arsenal tras un error de Fritzler, «Kaku» intercambió bandas con el ecuatoriano Angulo y jugó por el sector izquierdo los últimos minutos del encuentro.

Huracán no solo sumó un punto de seis ante dos equipos en zona de descenso, sino que su desenvolvimiento en la cancha, teniendo en cuenta que se trata de un plantel que juega Copa Sudamericana, es lisa y llanamente, insultante.

Periodista en NacPop 88.1 Cañuelas. Columna DT'est en SoyQuemero.com.ar

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