Lo venimos diciendo hace rato y no nos escuchan. Así, Huracán se va a la B irremediablemente. Quizás un milagro logre que nos salvemos este año, pero para la temporada que viene el panorama es oscurísimo. Desde que se fue Cappa que lo venimos anunciando: ojo con descuidarnos porque el descenso siempre está. Hasta cuando Rivoira sacó 26 puntos lo decíamos ¿Por qué nunca nos escuchan? ¿Por qué hay tanta ineptitud?
No sirve de nada tratar de meter un manotazo de ahogado y concretar algunas buenas incorporaciones para este torneo (Cámpora, por lejos, la mejor). Porque se puede arrancar bien, poner actitud y lograr despertar los aplausos del hincha. Pero te agarra un bajón como el de ahora y volvemos a la B. Muchos de los que están ahora pagan los platos rotos por las cosas que se hicieron mal antes o que se hacen mal desde arriba.
Jugar con tanto nervio claramente no le hace bien a los jugadores. Quizás los hinchas nos deberíamos calmar un poco para no transmitirles la presión a ellos ¿Pero cómo esperan que nos calmemos si en los últimos cuatro torneos, exceptuando uno, vemos a nuestro querido Huracán de la posición 18° para abajo?
Lo que nunca deja de sorprender es la bipolaridad del Globo. Parecía que arrancaba finalmente, que iba a poder hacer unos 23 o 24 puntos. Pero no, volvieron los fantasmas y ahora hace seis que no ganamos. En marzo aplaudíamos con ganas a este equipo. Llegó mayo y casi nadie se salva de los insultos. Estas cosas pasan cuando no hay estructura.
Pensemos en lo que podría llegar a pasar si Huracán se salva este año. Hoy -suponiendo que Gimnasia y Quilmes descienden- el Globo estaría último por lejos con 64 puntos, sin contar a los ascendidos. El rival más cerca sería Tigre con 76, mientras que Olimpo y All Boys van a merodear por ahí (van a dividir por dos temporadas). Para los que siguen después, lean y lloren: Boca con 90, Arsenal con 92, Racing y San Lorenzo con 94. Es decir, todos equipos con estructura suficiente para mantener la gigante ventaja que nos llevan.
Puedo ser pesimista, mala onda y todo lo que quieran. Pero cansa cuando hace rato que venimos avisando que esto puede pasar. Y hay cosas que ya no puedo soportar. El torneo pasado tuve que escuchar a la gente de Olimpo cantándole el “ole” a nuestros jugadores, pero intenté dejarla pasar. Esta vez tuvimos que sufrir que nos gozaran con “el que no salta se va a la B”. Eso califica como una de las cosas que ya no estoy dispuesto a aguantar.
