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Liga Profesional 2022 – Fecha 12 | Aldosivi 0 vs. Huracán 1 | El seguimiento de cada jugador del Globo.


Lucas Chaves: Una tarde sin trabajo para Chaves. En un partido que en general fue bastante chato (y con un primer tiempo soporífero), el único que propuso, fue a buscar y generó chances, fue el Globo. Aldosivi, salvo un cabezazo a las manos del arquero y un par de remates desviados que ni cerca pasaron, no inquietó en ningún momento, y las pocas veces que lo intentó, se encontró con la Tobio y Merolla, que estuvieron infranqueables durante todo el mediodía marplatense.

Guillermo Soto: No tuvo mayores sobresaltos, aunque regaló las espaldas un par de veces, algo que contra rivales de otro fuste puede llegar a pagarse muy caro. En lo colectivo para atacar, estuvo siempre dispuesto y disponible para pasar, aun cuando en más de una ocasión sus compañeros no lo vieron, o eligieron otras opciones.

Fernando Tobio: Sobrio, sólido y seguro, Tobio redondeó una jornada estupenda. Si bien es cierto que lo de Aldosivi fue bastante pobre y por algo es uno de los dos equipos con menos goles a favor en el campeonato (apenas 7, a un promedio de apenas algo más de medio gol por partido), el trabajo de los centrales de Huracán fue desalentador para el equipo local en todos los sentidos: ni por arriba, ni por abajo, ni en los duelos individuales pudieron ponerse de frente a Chaves con chances. Un aspecto en el que nos encantó Tobio fue que, a pesar de todo lo anteriormente mencionado, siempre y en todo momento eligió la jugada más simple, la más obvia y menos complicada, corriendo cero riesgos: nunca intentar gambetear siendo el último, el pase al compañero menos comprometido, la pelota larga ante cualquier atisbo de presión rival y sin compañeros libres y sin marcas.

Lucas Merolla: Otro partido de mariscal para el capitán del Globo. Impecable en lo defensivo, tuvo que estar especialmente atento a cubrir las espaldas de Benítez. Ofensivamente, en el primer tiempo se quedó arriba esperando una recuperación alta de sus compañeros y presto para involucrarse en una segunda jugada. Lo primero no pasó, pero el flaco, en un acto de fe muy propio de él fue apurar una salida por la izquierda aparentemente sencilla del fondo de Aldosivi… y su confianza fue recompensada con recuperación ya perfilado hacia el área. Lejos de amilanarse, encaró en paralelo a la línea del área y se despachó con un remate de izquierda que se fue alto, pero que de ir un metro más abajo, hubiera sido una clarísima situación de gol.

Guillermo Benítez: De los del fondo, el que menos seguro estuvo, algo lógico si se atiende que está dando sus primeros pasos en el Globo, que hace pocas semanas que está en el club y que está jugando por razones de fuera mayor (la lesión de Pérez). Por momentos, parecía desbordado, y en la progresión colectiva hubo momentos en los que cierto atolondramiento en sus decisiones lo llevó a perder pelotas que no debió (incluso sacó un lateral que terminó yéndose afuera por la misma línea en la que sacó, generando un lateral para el rival insólitamente).

Santiago Hezze 👍: En un cotejo discreto, por haber sido el mejor de la primera mitad y mantener su nivel durante la segunda parte -en la que varios jugadores levantaron, por suerte-, Hezze, sin haber tenido una tarde llena de momentos destacados, fue el mejor del equipo. Como siempre, su mentalidad de jugador de equipo grande se impuso como marca registrada de su juego. Su ambición para salir a buscar la recuperación alta, su vocación ofensiva cuando recupera la pelota, su disposición para llegar siempre en la segunda línea de ataque para ser opción lo definen hoy por hoy como uno de los volantes más completos del fútbol argentino. En el primer tiempo comenzó una jugada con quite suyo que luego de un rechazo en el área volvió a sus pies -porque acompañó la jugada- y sacó un tito lleno de buenas intenciones, pero al medio del arco, fue el único remate franco del globo al arco en la primera mitad. En la segunda parte, hizo gala de su capacidad para meterse en el área en las pelotas paradas y un toque suyo desde adentro del área chica con destino de red que encontró sobre la línea del arco la mano de Cauteruccio, derivó en el penal que nos dio la victoria.

Federico Fattori: Todo bien hace Fattori. Su regularidad es de reloj suizo, su entrega es irreprochable, su capacidad para entender qué está pasando y a dónde irá la pelota cuando el equipo contrario la tiene, es prodigiosa. Yo no sé por qué tardó tanto en llegar a un equipo de primera división, pero que suerte que nadie lo vio antes y que terminó en el Globo. Que se quede a vivir. Si se cuida y lo cuidamos, hay volante central de categoría para 5 años más.

Franco Cristaldo: Ya ha quedado dicho, y todos lo vimos: Huracán no estuvo particularmente inspirado y de no ser por ese penal sobre el final (bien sancionado por cierto y merecido el resultado, si se mide todo el encuentro), Huracán se volvía de La Feliz no tan feliz y con una ya preocupante racha de partidos sin conocer la victoria. Dentro de esa pobreza futbolística colectiva, Cristaldo fue el más lúcido y el más concentrado. Tres cosas para destacar del 10 quemero en la visita del Globo a Aldosivi: su entrega, corriendo mucho e involucrándose activamente en la recuperación de la pelota, su concentración, intentando siempre sin mostrar fastidio ni frustración y su tremenda valentía para patear un penal muy caliente, en el que él en lo personal tenía mucho más para perder que para ganar. Si no terminaba en gol, la estupidez de muchos hinchas se estaría haciendo un picnic con Cristaldo por “haber pateado sin ganas -o peor: haber errado a propósito- como protesta porque quiere ser vendido”. Afortunadamente para él y para Huracán, le reventó el arco y a cobrar. Su festejo y sus declaraciones inmediatas posteriores demuestran que no solo es crack dentro de la cancha, sino que también lo es fuera de ella. Larga vida al 10, y a disfrutarlo mientras dure.

Benjamín Garré 👎: Ausente sin aviso en la visita al mundialista marplatense, Benjamín estuvo literalmente desaparecido y a contramano de todas las jugadas. No es que haya jugado mal, sino que prácticamente no la tocó. Si no se quedó en el vestuario en el entretiempo ni fue el primer cambio, fue porque Dabove espera de Garré lo mismo que todos: una repentización que te resuelva el partido, un momento de inspiración que cambie el rumbo del juego. Pero esto finalmente no ocurrió y para cuando dejó la cancha (reemplazada por Curruhinca), ya era el cambio más cantado de todo el partido.

Matías Cóccaro: Cada vez se hace más notorio cierto fastidio de Cóccaro para con su sequía goleadora, y a nosotros nos parece que esto está afectando su toma de decisiones y su lucidez para resolver. A veces el gol es un hecho fortuito, intuitivo e inexplicable, pero si algo ha caracterizado a tantos goleadores que hemos visto pasar, es que no pierden la frialdad ni la concentración para aprovechar las ocasiones que se presentan. Ya vendrá el gol, y mientras tanto su laburo vale y mucho. No debe desesperarse ni perderse en sus propias tribulaciones, porque de hacerlo, termina embarullándose para peor. Su primer tiempo fue un reflejo de esta instancia, y si bien es cierto que todo el equipo -especialmente del medio hacia adelante- estuvo apagado y falto de ideas, Cóccaro estuvo casi siempre a contramano de lo que las jugadas pedían de él. La segunda mitad la comenzó donde dejó la primera, pero mejoró ostensiblemente con los ingresos de Cabral primero y Curruhinca después.

Gabriel Gudiño: Parece fácil caerle a Gudiño y defenestrarlo al final de cada partido, pero para nosotros ni ha sido tan malo lo suyo, ni se consideran atenuantes. Y en lo que respecta a este partido en particular, de los tres de arriba, para nosotros fue el “menos malo” del primer tiempo. De hecho, tuvo un par de llegas interesantes que, si buen fueron mal resueltas, fueron las únicos provocadas por un delantero del Globo. Asimismo, estuvo colaborador con Benítez, el a priori más necesitado de ayuda en la defensa del Globo (máxime teniendo en cuenta que Fattori se mueve mayormente por el medio y Hezze hace lo propio por la derecha), y también cumplió con eso. Además, como hemos dicho en otras ocasiones, hasta ahora Gudiño no ha jugado del Gudiño que se destacó lo suficiente como para ser un jugador apetecido. Por último, el fútbol es ante todo una expresión colectiva y el DT, estúpido no es, por lo que si lo recurre a él de manera consistente es porque ve en Gudiño aportes que en otros que no encuentra (ya sea como titular en estos momentos de Gauto ausente y Cabral temporalmente postergado, o como reemplazo habitual cuando lo tiene en el banco de relevos).

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Rodrigo Cabral: Mucho más rápido de lo que muchos esperábamos y luego de haber tenido un par de actuaciones destacadas en la reserva, Rodrigo volvió a la primera. Fue el primer cambio por Gudiño, ya con Dabove entendiendo que había que ir a buscar el partido porque la actualidad de uno y otro y la historia, así lo demandaban. Con su ingreso Huracán se volvió más vertical y punzante por izquierda, aunque siguió siendo un equipo sin claridad y atrapado en sus propias imprecisiones. No obstante, el ingreso feliz, el final con sonrisas y tres puntos en el bolso, auguran una posible titularidad de Cabral para el próximo partido contra Sarmiento (habrá que ver como vuele Juan Gauto de su exitoso viaje con la Selección Argentina Sub-20, y si el DT además interpreta que la purga de Cabral ya ha finalizado).

Agustín Curruhinca: Ingresó por Garré faltando media hora, y a los pocos minutos dejó clavado al suelo a su marcador con un maravilloso quiebre de cintura, para luego sacar un furibundo remate a duras penas enviado al córner por el arquero local, constituyéndose de inmediato en la jugada más peligrosa del Globo del partido hasta ese momento. Siguió picante y atento, y redondeó en líneas generales una incursión más que positiva.

Fernando Godoy: Entró por Cristaldo sobre el final, ya para dejar correr el reloj y sacar del campo a la carta de juego (y hasta de gol últimamente también) de Huracán. Sin tiempo para analizar nada, se instaló en el mediocampo más para obstruir al rival que, aunque estaba en inferioridad numérica, por imperiosa necesidad de puntos iba a intentar ir a buscar el empate.

Patricio Pizarro: Ingresó por Soto sobre el final del partido, sin tiempo de juego que analizar. Así y todo, tuvo una subida en la que casi se lleva puestos a todos los que tenía delante. Nos encanta este chico, y esperamos con ansias que tenga su oportunidad para de manera constante y consistente, ser parte de la zaga titular.

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