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Copa de la Liga – Fecha de Clásicos | San Lorenzo 0 vs. Huracán 0 | El seguimiento de cada jugador del Globo.


Marcos Díaz👍 : En un partido en el que Huracán pareció jugar a no perder contra un rival bastante limitado, las intervenciones de Marcos Díaz -pocas, pero decisivas- lo erigen como el mejor del Globo, aunque es probable que esta elección diga más del resto del equipo (y no de manera positiva, por cierto) que del propio arquero quemero. La jerarquía es también precisamente esto: alguien que a veces se equivoca, que por momentos genera algunas dudas, pero que en los partidos que pesan, juega con solvencia, aplomo y no se equivoca y ejerce un liderazgo que excede lo estrictamente futbolístico.

Ismael Quilez: Huracán tenía la obligación, por presente y actualidad (muy por encima de las del clásico rival) de salir a jugar con actitud ganadora y buscando el triunfo. En este sentido, bastaron los primeros 15 minutos para, observando a Quilez desde lo posicional y sus movimientos, darse cuenta de que el Globo no había entrado al campo de juego con la actitud necesaria. En sobradas ocasiones Quilez ha demostrado ser la mejor herramienta ofensiva del equipo para atacar por los costados, funcionando como un pistón incisivo y, sobre todo, porque pasa con decisión y dispuesto a llegar al fondo, siempre. Justamente todo esto es lo que, en el primer tiempo y buena parte del segundo tiempo, no se vio. Contenido y retenido, no fue factor para atacar. Defensivamente, lo anterior lo favoreció en que no dejó espacios regalados a sus espaldas. Le tocó sin embargo lidiar con el que quizás fue el mejor (con muy poco) del equipo local, Martegani, quién generó alguna que otra zozobra al fondo quemero por este lado del campo.

Fernando Tobio: De lo más destacado del Globo en el partido. Sin errores, seguro siempre, aunque abusó del pelotazo largo sin mucho sentido. En el siempre exigente contexto de un clásico, se notó su trayectoria y experiencia, traducido en su concentración y tranquilidad para estar a la altura de lo que estaba en juego. La falta de un delantero centro de referencia del equipo rival y la inclusión de jugadores livianos y rápidos, presagiaba una tarde que iba a requerir de su mejor versión y transitando algún que otro momento de sufrimiento. Afortunadamente para Huracán, Tobio estuvo impecable en el manejo de los tiempos y las distancias, redundando en su mejor partido en el torneo.

Jonathan Galván: En un equipo replegado -todo hay que decirlo-, que pareció jugar con miedo a cometer errores y sin ambiciones ofensivas, Galván tuvo una tarde relativamente tranquila, apenas alterada por las incursiones de Centurión, quién de manera intermitente se constituyó en una de las pocas armas de un rival que, más por invitación de Huracán que por méritos propios, se animó eventualmente a ir en busca del resultado.

César Ibañez: De buen partido en general, tuvo algunos problemas con Cerutti, quién en el primer tiempo acercó por su lado cierto peligro al área del Globo. En el plano ofensivo, estuvo contenido, en consonancia con el andar del equipo. A pesar de esto, sus incursiones terminaron con remates (uno en cada tiempo) que, si bien no constituyeron un riesgo concreto, mostraron su vocación para finalizar las jugadas y su valentía para probar desde larga distancia, faceta del juego en la que se ha mostrado particularmente virtuoso en más de una oportunidad.

Santiago Hezze: De mucho esfuerzo y poca injerencia en el juego, tuvo una actuación regular en los dos sentidos del término: pareja y ni mala ni buena. Sobre el final, con el equipo un poco más adelantado (¿por qué Huracán espero 70 minutos para atacar a un rival claramente inferior?), pudo mostrar su capacidad para presionar alto y llegar bien pisado al área rival.

Federico Fattori: Desde el punto de vista defensivo, partido prolijo de Fattori. No obstante, estuvo muy metido en el fondo y prácticamente desligado de la salida del equipo. Es probable que, viendo la forma en que se paró el equipo, su “misión” era estrictamente defensiva, pero, de todos modos, Huracán necesita que su volante central (juegue quien juegue) empuje al equipo a posicionarse unos cuantos metros más adelante y que sus salidas sean con intención ofensiva y no meras entregas de pelota en pases laterales o hacia atrás sin asumir algún que otro riesgo ofensivo.

Franco Cristaldo: Si bien es cierto que Cristaldo no viene teniendo un gran torneo, en este partido lo suyo estuvo rozando la intrascendencia. Huracán es un equipo bipolar. Huracán se está convirtiendo además en un equipo que en muchos tramos del partido abusa del pelotazo -aunque el DT insista en llamarlo “juego vertical”, todos los que alguna vez hemos pateado una pelota sabemos que eso es un eufemismo para referirse al pelotazo arriba y que sea lo que Dios quiera-, prescindiendo de la elaboración en el mediocampo. Estas circunstancias atentan contra el juego de Cristaldo, pero, aun así, se espera más de él. A favor de Cristaldo, recuperó alto un par de pelotas, del modo al que nos acostumbró el torneo pasado. Precisamente una de esas recuperaciones terminó con una terrible falta de Fernández Mercau, quién debió ser expulsado. Dicha falta dejó claramente mermado a Cristaldo por el resto del partido, quién se retiró promediando el segundo tiempo, claramente dolorido.

Jhonatan Candia: Antes de poner la lupa de SQ sobre los jugadores de la delantera del Globo, vale el comentario general acerca de la muy pobre performance ofensiva de TODO el equipo, del planteo, del andamiaje general táctico. Huracán jugó como si no le interesara ganar el partido, como si con no perder, se conformara. Hay que aprovechar los malos momentos del clásico rival, y a todos nos queda la impresión de que éste era un partido para imponerse con personalidad y autoridad, y tanto desde el juego como desde lo anímico, lo exhibido por Huracán no estuvo a la altura de lo que se requería. En el plano individual, lo del platinado montevideano fue muy pobre, muy lejos de la agresividad bien entendida a lo que nos tiene acostumbrados, sin esa habitual intensidad que lo caracteriza. Sin dudas, el peor partido de Candia en un torneo en el que venía dando de buenas a muy buenas participaciones siempre. Sobre el final, tuvo el triunfo en sus pies más no supo resolver satisfactoriamente la ocasión.

Matías Cóccaro: Lo mataron a pelotazos desde el fondo de Huracán, tirándole bochazos sin mucho sentido para que solo se las arreglara como pudiera, para que la tuviera que pelear con dos zagueros enormes y físicamente muy fuertes. Tocado además físicamente, esta forma de juego no era precisamente la mejor opción, pero viendo postreramente las maneras en las que el Globo encaró el partido, no había manera de que Cóccaro tuviera una buena actuación. Asimismo, quizás por todo lo anterior y siendo futbolísticamente hablando tan inteligente como es, el mismo jugador se mostró más contenido y menos batallador que de costumbre.

Rodrigo Cabral 👎: Completamente desdibujado, muy liviano para resolver, dubitativo y falto de confianza. Es cierto que estuvo casi todo el partido muy lejos del arco, pero con oportunidades para arriesgar hacia adelante, decidió siempre de manera conservadora, y mal. Como tantas veces hemos dicho en esta columna, nos place ver en primera a chicos formados en las inferiores del Globo y pertenecientes al club y, por lo tanto, aquí tenemos un margen de tolerancia más amplio que para otros casos. Sin embargo, es momento de preguntarse que sería lo mejor para la evolución del propio jugador, si seguir insistiendo con él de titular -aun cuando es evidente la falta de confianza que demuestra-, o que comience los partidos en el banco con ingresos en el segundo tiempo según las circunstancias del partido.


Mateo Bajamich
: Entró por Cabral faltando algo más de 20 minutos para el final del partido, posicionándose sobre la derecha y moviendo a Candia hacia el lado opuesto. Ofreció algo de más de intensidad y de intenciones, aunque como todo el equipo, terminó diluyéndose en la intrascendencia.

Jonás Acevedo: Ingresó por Cristaldo en el doble cambio de mitad del segundo tiempo. Se situó sobre la izquierda detrás de Candia, y estuvo intenso y participativo sobre la izquierda. Las sucesivas flojas actuaciones de Rodrigo Cabral presagian que, de no levantar notablemente este último, Acevedo es firme candidato para formar como titular sobre el lado izquierdo del campo quemero. De características distintas al chico formado en las inferiores del club, con el ingreso de Acevedo Huracán ganaría en dinámica de ida y vuelta sobre ese lado del campo, más perdería un arma de potencial desequilibrio. En nuestra presunción que el chico nacido en San Luis tenga su oportunidad en alguno de los próximos juegos del Globo.

Walter Pérez: Entró por Candia al final del partido, sin tiempo de juego ni incidencias para evaluarlo.

Nicolás Cordero: Ingresó por Cóccaro al final del partido, sin tiempo de juego ni incidencias para evaluarlo.

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