Copa de la Liga – Zona 2 – Fecha 3 | Arsenal 2 vs. Huracán 1 | Huracán tuvo una actuación lamentable en Sarandí y perdió su segundo partido consecutivo. El Globo arrancó ganando y luego hizo todo mal frente a un discretísimo Arsenal, que se lo dio vuelta a los tumbos. ¿A qué juega este equipo?

Tras un arranque irregular Huracán tenía una gran oportunidad ante el flojo Arsenal de Madelón, que no había podido ganar en las primeras fechas. Kudelka realizaba algunas variantes en relación al último partido, destacándose las modificaciones en, tal vez, los dos puestos que mejor venían funcionando: cambio de posición para Hezze y afuera Ibáñez.

Con Carrizo y Bajamich debutando como titulares, Acevedo a la línea central en lugar de Henríquez y las vueltas de Cristaldo y Quílez saltó Huracán al verde césped del Julio Humberto Grondona. El equipo tuvo paciencia para buscar los espacios, y controló la pelota ante un rival plantado en campo propio.

Y con esa misma paciencia llegó el gol, alcanzando el minuto veinte, un buen avance de Tobio hacia la solitaria aparición de Cristaldo por banda derecha. Franco, con tiempo y espacio, lanzó un perfecto centro que Jonás Acevedo cabeceó en posición de nueve; palo y adentro.

Ganaba Huracán y estaba bien, a diferencia de todo lo que ocurriría a continuación.

En ventaja el equipo tomó la inexplicable decisión de bajar la cortina y esperar al rival. Cedió la pelota, cedió la ofensiva e inventó a que Arsenal lo ataque. Huracán apostó a contragolpes que nunca tuvieron fluidez, Bajamich perdió ritmo demasiado pronto y tanto Cóccaro como Candia no encontraron lugar para molestar, más allá que Jhonatan pudo estirar con un tiro libre bien resuelto por Werner.

Arsenal aceptó la invitación de Huracán aún con sus espectaculares complicaciones para ser peligroso. De todas formas el Globo, generoso, lo ayudó en su cometido. Hezze cedió un evitable córner con el tiempo cumplido, en ese tiro de esquina Marcos Díaz tuvo una incomprensible reacción al dejar viva la pelota y Matías Cóccaro arriesgó de más con una jugada peligrosa que Ceballos juzgó como penal.

Tres inexplicables situaciones consecutivas, una reacción en cadena con tintes de amateurismo. Pese al claro fuera de juego en la previa a la temeraria maniobra de Cóccaro, que pudo (y debió) ser juzgada con tiro libre indirecto.

Más allá de un claro error arbitral, sobre todo el fuera de juego, Arsenal aprovechó el regalo Quemero para el 1 a 1 de Lomónaco.

Huracán estaba confundido y Kudelka alimentó esa confusión metiendo a Fattori por Bajamich, y diez minutos después a Cabral por Hezze. Volante por extremo y extremo por volante. El Globo no hizo pie, lejos de eso fue partener de un Arsenal que tuvo facilidades para tirar muchos remates desviados.

Bruno Vides hizo su debut en lugar de Candia y Huracán mutó su esquema a uno de “videojuegos”. 4-2-4 con Cristaldo delante de Fattori en la línea media, Acevedo y Cabral como extremos y Cóccaro junto a Vides en el área.

Para sorpresa de nadie esto no funcionó, Arsenal copó un poco más el medio y el equipo prácticamente no logró meter ningún centro a sus dos nueves.

La gente de Arsenal cantaba pidiendo más “Movete Arse, movete” cuando todos los caminos parecían conducir al empate. Huracán estaba freezado en ofensiva y el rival no encontraba precisión.

A poco más de diez para el final una mala salida en el fondo Quemero, y un rebote desafortunado, le dio la posibilidad a Kruspzky de meter el tirito que Díaz taqueó sobre Marcos Díaz, habilitado por Carrizo.

2-1, terrorífica actuación de Huracán. Que sin acercarse jamás al gol consumó su segunda derrota al hilo.

¿A qué juega Huracán?, una pregunta sin respuesta. Al menos para los simples mortales. Si el equipo busca ser prolijo, no lo logra. Si buscar dominar con la posesión, no lo logra. Si intenta atinar segunda pelota o generar riesgo con los extremos, tampoco.

Lo único que funciona es el constante desprendimiento de Quílez, a quien el técnico sacó el partido pasado, y ni siquiera da resultado con goles. Huracán es un equipo confundido con un técnico confundido, que habla de formas que la mayoría de los aficionados no logramos identificar.

Preocupa un desconcierto tan notable tras haber tenido toda una pretemporada de trabajo. Preocupa que los refuerzos no parecen ser los más aptos para ciertos aspectos de lo pretendido.

Lo mejor de todo es que la temporada recién empieza y hay tiempo para mejorar. Lo peor es que Huracán está probando sobre lo que ya debería tener probado, el funcionamiento no aparece y ahora tampoco los resultados.