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Copa Liga Profesional 2020/21 – Fecha 4 – Huracán 1 vs. Velez 2 – El seguimiento de cada jugador del Globo.


Facundo Cambeses: No respondió bien en el primer gol de Vélez, dudó en la salida y quedó a mitad de camino. Tampoco lo hizo en la previa a ese córner, dando un rebote largo en un balón que parecía tener controlado. No tuvo nada que hacer en el segundo. Logró una gran respuesta apenas empezó el partido, bloqueando un mano a mano, y también evitó otra clara en el final. A seguir mejorando.

Raúl Lozano: De mayor a menor, arrancó con firmeza en el lateral y terminó perdiéndose en la incertidumbre general del equipo. Lo importante es que sigue rindiendo, incluso cuando lo ponen a pierna cambiada.

Saúl Salcedo: Incómodo con la función de abrirse tanto en cada salida, mucho más cuando debió ser lateral ante un rival tan dinámico. Metió un gran pase para Briasco en el gol de Huracán, pero le costó imponerse en su función primaria.

Renato Civelli: Quedó en la foto del segundo gol pifiando el cabezazo y habilitando involuntariamente al delantero que asistió al medio del área chica. Fue la referencia en ofensiva y cumplió, con lo justo, en una línea donde nadie se destacó.

Lucas Merolla: Volvió a la titularidad y llegó tarde al cierre en el primer gol de Vélez. Tuvo la extraña consigna de salir lejos, sobre todo en la primera mitad, desgastándose mucho para cubrir pocos espacios. Corrió de atrás a sus marcas en más de una oportunidad, pero fue el mejor de los centrales cuando los tres quedaron mano a mano.

Leandro Grimi: Sufrió como nunca antes la falta de un volante delante de su posición, pero nuevamente maquilló ciertos desajustes con empuje y jerarquía. Le costó jugar la pelota, siempre estuvo forzado a la hora de sacar el pelotazo largo y padeció, como todos los lanzadores, la ausencia de Garro como variante en ataque.

Santiago Hezze : Flojo partido de Hezze, que pagó los platos rotos de la táctica jugando sin soltura ni posibilidad de hacer esos cruces en ambas bandas. Tampoco tuvo lugar para romper y mandarse a zona de ataque. Fue reemplazado en el entretiempo.

Adrián Arregui: Corrió mucho, recuperó poco. Tuvo buenas intervenciones cuando salió de la posición de tapón, pero vio pasar la pelota de lejos, ya que Vélez avanzó por las bandas o con balones largos. Tuvo una de las pocas situaciones del equipo, pateando de afuera en el primer tiempo.

Franco Cristaldo: La ausencia de Garro le dio otra libertad ofensiva, pero su foco de atención principal estuvo en la función defensiva y de contención. Y esa doble función lo desgasto, y el desgaste le quitó precisión. Fue irregular en sus participaciones, con varios errores y algunos aciertos. “No le salió una”, hubieran dicho en la tribuna.

Norberto Briasco: Fue lo más picante de Huracán, el que mantuvo viva esa llama de pensar que algo podía pasar. Y así fue el gol, atento al buen pase y a la posibilidad del error, con confianza fue a buscar y no perdonó. Sin Garro estuvo más marcado que de costumbre, pero se las ingenió para molestar. Terminó sentido y reemplazado por una molestia estomacal.

Andrés Chávez: Siempre le faltó una pizca, tuvo un par de ingresos al área que no llegó a definir por fallar en el control. Se mantuvo atento a la posibilidad, pero esa posibilidad de no llegó. Corrió mucho y no tuvo opciones, su desgaste lo sostuvo en cancha hasta el pitazo final.

Esteban Rolón: Ingresó en el complemento y se paró a derecha de Arregui, cuando Adrián fue reemplazado Rolón copó la parada en el centro del mediocampo y desde allí generó marca y juego. Estuvo mucho más cómodo que por derecha y demostró tener las herramientas para rendir en ese puesto en el que Huracán todavía no logró sostener un mismo interprete durante los noventa minutos.

Juan Fernando Garro: Fue una verdadera pena sacarlo cuando mejor estaba rindiendo. Damonte deshizo el cambio en el entretiempo, pero a Garro le costó acomodarse con un partido bien distinto al del minuto cero. Tuvo un tiro desde lejos y nada más. Ojalá le respeten la importancia ofensiva que tuvo en las dos victorias al hilo y vuelva a la titularidad.

Agustín Curruhinca: Lo tiraron a la jaula de los leones y el pibe se la bancó. Corrió muy de atrás, arrancando varios avances bien cerca del área propia y trabajando mucho en la contención por banda derecha.

Ezequiel Bonifacio: Hizo su debut con la camiseta de Huracán moviéndose de derecha al centro, se mostró como un jugador firme en la marca y rápido para resolver. No tuvo precisión ni demasiado espacio.

Nicolás Cordero: Pocos minutos para Cordero, que venía de dar el gol del triunfo y entró a seis de los noventa. Ingresó en el momento de mayor confusión del equipo.

Quemero de nacimiento, Socio A01775. Locutor Nacional, redactor y Vermoutheano. 10 años en Soy Quemero.

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