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Superliga 2017/18 – Fecha 9; Huracán 1 vs. Velez 0 – El seguimiento de cada jugador del Globo.


Marcos Díaz: Logró mantener nuevamente su arco en cero, como en todos los partidos que hasta aquí disputo en la Superliga jugando en el Ducó. Marcos transitó el cotejo sin grandes complicaciones, contuvo bien un remate frontal y solo se complicó con un par de centros cerrados que terminó enviando al córner desde la línea.

Cristian Chimino: De menor a mayor, hizo un primer tiempo con altibajos y constantes complicaciones para marcar su banda. Ya en el complemento mejoró aun cuando Vélez priorizó su zona para atacar; Chimino compensó falencias con una gran actitud y cortó varios balones potencialmente comprometedores.

Saúl Salcedo: Correcto partido del paraguayo, quien pese a cometer un par de errores en el intento de anticipo completó una actuación cerca de su media. Sacó mucho por arriba y también mostró clase en un par de salidas por abajo, pesó positivamente en su área manteniéndose como uno de los jugadores más regulares del equipo en el semestre.

Martín Nervo: Buen partido de Nervo, que realizó un excelente cierre pegado a Marcos Díaz en el primer tiempo y bloqueó con criterio un intento de shot en el segundo. Por momentos pasó inadvertido y en otros tantos fue foco de atención por alguna pelota mal cedida, en líneas generales su contribución fue importante para un equipo que nuevamente no recibió goles.

Carlos Araujo: Garantía de confianza, como siempre que le toca participar. Pipi se desenvolvió como marcador de punta izquierdo poniendo toda su experiencia en el asador, se bancó en velocidad a rivales mucho más jóvenes y mantuvo un alto ritmo durante los noventa minutos. Criterio y seguridad fueron sus pilares, aquellos que lo candidatean para quedarse con un puesto que sigue generando dudas.

Adrián Calello: Otra importante actuación de Calello, pieza de equilibrio en el mediocampo. Participó en la gesta de juego toqueteando con los otros volantes, claro que destacó por estar siempre cerca de la jugada y con olfato defensivo para bloquear a sus marcadores. Mucho desgaste físico, buen criterio para ceder el balón y un corazón grande para no perder ritmo.

Mauro Bogado: Se hizo cargo con mucha jerarquía de un penal caliente por el contexto reciente, convirtiendo sin ninguna complicación la única diferencia de la noche. Mauro está volviendo a ser importante y él es el primero en saberlo, por eso tiene confianza en cada una de sus intervenciones eligiendo bien cuando le toca participar. Su performance le hizo recuperar el puesto que perdió, transformándose otra vez en un componente clave para este buen momento del equipo.

Alejandro Romero Gamarra: En líneas generales pareció desenvolverse más como un volante de marca que de juego, lo cual anuncia bastante el comentario sobre su actuación. Kaku estuvo lejos de la pelota casi siempre, pero cuando contactó fue fundamental: Le puso el gol en la cabeza a Ábila y repitió en el complemento con Toranzo, participó de los pocos momentos de toque corto del equipo e inicio contragolpes que terminaron sin riesgo. Sin grandes opciones propias, pesó en la defensa del resultado.

Ignacio Pussetto: Por momentos endiablado, en otros inconexo. Tomando o no las mejores decisiones Nacho volvió a ser determinante en el resultado, en esta oportunidad robando la pelota y recibiendo la falta del penal que moldeó el resultado. Generó mucho peligro en posición de wing, sin embargo la función que cumple lo mantiene capturando el 80% de las pelotas en campo propio. Su talento en velocidad lo convierten en un arma letal aun haciendo el largo de la banda, sigo sin dudar que con otra contención a espaldas su techo ofensivo se elevaría mucho más.

Patricio Toranzo: Estuvo muy cerca del gol, sin embargo tomó malas decisiones cuando más claro parecía tenerlo. El Pato fue importante en la circulación y todas las pelotas del feroz arranque Quemero tuvieron su sello, pero equivocó decisiones dejando la sensación que podría haber siempre resulto con mayor facilidad. Fue curioso ver su lugar durante los primeros veinte minutos, donde se paró en posición de delantero, presionando a la salida de los centrales rivales. Se ganó el puesto a puro fútbol y sigue con el crédito abierto, lo necesitamos más incidente en el resultado.

Ramón Ábila: Su lesión fue la pálida de la noche, segundos después de errar una opción de gol clarísima para abrir el marcador. La salida de Ábila tuvo gusto a despedida, y más allá del respeto a un tipo que siempre se brindó por nuestra camiseta el nudo en el estómago es indisimulable. Nadie duda de su lesión, mucho menos de los estudios realizados, pero este inexorable desenlace llega a pedir de la carroña. Mi gratitud es enorme, casi tanto como las ganas de haberlo visto disputar el 100% de los partidos del semestre.


Fernando Coniglio
: Entró con contexto adverso y le tomó algunos minutos encontrar la posición, peleó todo lo que le tiraron e incluso participó en la previa al penal cometido a Pussetto. Después se retrasó bastante y jugó lejos del área, aun así su capacidad individual lo llevó a tener una opción muy clara que pasó realmente cerca. Cancha libre para Fernando, la compra más cara en la historia del club, y toda la confianza para este jugador que sin dudas nos dará satisfacciones.

Mariano González: Entró para refrescar la ofensiva con Toranzo errático y destacó en cuentagotas. Se paró del centro a la izquierda liberando a Romero Gamarra, pero su laburo también pasó principalmente por contener la embestida de los volantes rivales. Casi no pesó en ofensiva.

Lucio Compagnucci: Un ladrillo más a la pared para disputar los últimos diez minutos. Lucio ingresó contra su ex club con una intensidad alta, despejando muchos balones y mordiendo en el círculo central.

 

Quemero de nacimiento, Socio A01775. Locutor Nacional, redactor y Vermoutheano. 10 años en Soy Quemero.

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