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Copa Sudamericana 2015, Semifinal (Vuelta) – Huracán 2 vs. River 2 – El seguimiento de cada jugador en el encuentro ante River ¿La figura? Ramon Abila ¿El más flojo? vacante.

Marcos Díaz: Un primer tiempo impecable, en donde logró neutralizar sin ninguna complicación los poquísimos remates limpios que le llegaron por parte del conjunto Millonario. En el complemento River lo busco más, no tuvo nada que hacer en el gol de Mora, le tapó el empate a Alario y luego descolgó un centro complicadísimo con los puños. En la segunda conquista tapó el arco como pudo, estando mano a mano ante un delantero que definió con maestría. En líneas generales transmitió seguridad.

José San Román: Cumplió con una actuación buen a lo largo de los noventa minutos, aunque tuvo momentos más complicados que otros. Durante la primera mitad clausuró el lateral con criterio, estuvo siempre cerca de las jugadas y prácticamente nunca quedó mal parado en el retroceso. Durante la segunda mitad River puso fútbol en su zona, y ya sin Espinoza debió marcar casi mano a mano, perdiendo calidad en defensa.

Martín Nervo: Firmeza, seguridad, voz de mando. Nervo volvió a confirmar su buen momento y se me mantuvo en el nivel que ha logrado construir a lo largo de los últimos quince partidos. Muy pocos desajustes defensivos, el más notorio aquel segundo de tardanza en el achique previo al segundo gol de Mora. Con un rechazo certero dio inicio al gol de Toranzo y fue muy cuidadoso con la pelota, tanto para jugarla desde atrás como para rechazarla. Un capitán acorde a la instancia que nos jugamos.

Federico Mancinelli: El pelado jugó un primer tiempo espectacular, sin fisuras ni objeciones. Ganó todo desde arriba, se comió crudo a los delanteros y no hubo acción defensiva en la cual no estuviera involucrado. Entrada la segunda mitad redobló esfuerzos con resultados dispares, pero siempre productivo y con beneficios para Huracán. Quedó en la foto de los goles del rival, pero más por mérito ajeno que por falencias propias. Fue una gran actuación de Federico, pilar en este Globo finalista.

Luciano Balbi: Otro que tuvo un primer tiempo perfecto, sin ninguna duda sus mejores cuarentaicinco minutos con la camiseta de Huracán. Batalló con los volantes de River y ganó siempre, incluso se animó a salir jugando con lujos. En la segunda mitad perdió confort y cometió algunos errores en la marca, pero siempre en ritmo alto, intenso. Muy buen partido de Lucho, a quien debemos renovarle contrato.

Federico Vismara: Momentos de rendimiento top para un Vismara que volvió a ganarse la ovación del Pueblo Quemero, a fuerza de esfuerzo y dedicación. No arrancó con todas las luces prendidas, incluso algo opacado por un Bogado que salió decidido a comerse el mediocampo, pero cuando las papas más quemaron la Bruja se hizo gigante. Metió por todos lados, incluso en la primera mitad cortó un contragolpe claro ganándole en velocidad a un maratonista como Carlos Sánchez, con todo lo que eso implica. También jugó, con caños y un pie a pie delicioso ante la marca de Mercado.

Mauro Bogado: ¿La principal diferencia entre el Huracán de Apuzzo y el de Domínguez? Probablemente, lo de Bogado ya no es casualidad y estamos en presencia de un gran acierto dirigencial. Bogado es un león, un león que jamás pierde el apetito pero que a su vez tiene la sensibilidad de poner un pase gol o enganchar dentro del área para shotear. Mauro es uno de esos tipos que entienden el juego, que saben jugar, y Huracán lo exprime al máximo (Ahí hay mérito de Domínguez). Asistencia a Ábila en el segundo, cuatro tiros a puerta y versatilidad  en cada sector de la cancha. De lo mejor en la noche, destacándose por sobre un equipo que tuvo puntos altos en cada línea.

Cristian Espinoza: Empuje y colaboración, explosión y respiro. Cristian es una pieza clave, y aunque no estuvo fino quedó en claro su importancia al momento que debió salir por la maniobra en la que Ponzio jugó a sacarlo de la cancha. Espinoza fue un problema para el fondo de River, ganó mucho por su zona y llegó con facilidades a posición ofensiva. Falló en el último toque, quedó dos veces en inmejorable posición dentro del área pero equivocó los caminos de la definición. Salió lesionado en una jugada que nos dolió a todos, pero confiamos en poder tenerlo en plenitud para las finales. La diferencia entre Huracán y River, la clasificación, terminó siendo aquella guapeada suya en Núñez. Mirá si sos importante, joya.

Patricio Toranzo: Partidazo del Pato, fino, comprometido, importante. En dos minutos generó la explosión del Ducó con un gol muy bien pensado, tomó un rebote suelto y lo transformó en su conquista más importante con nuestra camiseta. Toranzo jugó e hizo jugar, jamás se escondió y siempre intentó estar cerca de las acciones. Lanzó grandes pases y fue importante, como tanto le reclamamos. Las finales deben ser para él una continuidad de esta serie ante River, con Patricio inspirado Huracán transita de forma más sencilla los partidos.

Daniel Montenegro: Mucho desgaste para el Rolfi, que no tuvo demasiado lugar para jugar. Estuvo atrapado en una red bien armada por River, pese a eso tuvo su bala de plata con un excelente remate que Barovero salvó de gran forma. Montenegro intentó ser prolijo, pero desde el plano físico perdió en el mano a mano con un rival en plenitud. Tras el partido expresó su emoción por tener que disputar la final que se viene, ojalá sea un incentivo para que podamos ver su mejor versión, que pueda sacar su experiencia y capacidad a favor del Globo, que podamos sellar de una buena vez y para siempre la reconciliación. Vamos por todo, ídolo.


Ramón Ábila
: Las palabras sobran y cada vez resulta más difícil individualizar a Ábila. Fue participe, directa o indirectamente, de cada acción ofensiva de Huracán. Sacó de eje a Maidana y Barovero en el gol de Toranzo, y tuvo una ejecución maravillosa en el segundo, velocidad y precisión en pocos metros para llegar al balón, limpiar al arquero, tomarse un tiempo para ver al juez de línea y finalmente definir de cabeza al arco vacío. Aquí hay un Quemero que no pudo gritar tu gol, Wanchope, que solo atinó a soltar algunas lágrimas de incredulidad. Fue el valor más importante del Globo en la histórica noche.

Ezequiel Miralles: Entró para reemplazar a Espinoza, pese a las diferencias obvias. Ezequiel se movió bastante e intentó se profundo, pero no logró llevar peligro al área de Barovero. Cumplió con lo justo.

David Distéfano: El mediocampo se acomodó con su ingreso, ayudó a tapar a la por entonces encendida banda derecha Millonaria y ganó metros  y segundos de respiro con un par de corridas. En su vuelta al ruedo, logró hacerse notar en el partido.

Lucas Villarruel: Ingresó en el momento más complicado de la noche y no desentonó, fue certero para los cruces y se mantuvo cerca de las jugadas. Tuvo una oportunidad para anotar, que definió mal.

Quemero de nacimiento, Socio A01775. Locutor Nacional, redactor y Vermoutheano. 10 años en Soy Quemero.

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