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Copa de la Liga – Zona 2 – Fecha 14 | Independiente 3 vs. Huracán 0 | Huracán debía ganar para clasificar y terminó goleado por un rival en crisis. El Globo se despidió de la Copa de la Liga resumiendo su andar en el torneo: técnico sin norte, jugadores desconectados y un recambio lamentable.


Nos despertamos del sueño con un baldazo de agua helada. Ese empuje y ambición que le abrieron a Huracán una puerta para la clasificación se desvaneció en Avellaneda, llenando de interrogantes el futuro.

Huracán debía ganar y esperar al menos un resultado a su favor en los otros dos partidos. El equipo salió con dudas, inseguro, igual que ante Central. Pero cuando la cosa parecía empezar a acomodarse, una insólita infracción de César Ibáñez le permitió abrir el resultado a Independiente.

Soñora la clavó de inmejorable posición ante un Marcos Díaz resignado de antemano, sin siquiera intentar una reacción.

Sin Fattori el mediocampo perdió peso, como ocurrió en muchos partidos del torneo, y las mejores sensaciones del Globo no aparecieron. Cristaldo hizo lo que pudo, aislado, y el pibe Gauto demostró sus ganas con muy buenas apariciones, mismas que lo convirtieron en lo más destacado del equipo.

Con los uruguayos borrados de las acciones de peligro y Cabral errando todas, la ofensiva del Globo terminó atada a algún balón quieto, además de lo producido por Gauto.

El ingreso de Bajamich por Cabral respondió a la necesidad de mejorar significativamente el rendimiento individual de uno de los delanteros, sin embargo quien entró terminó demostrando que no es capaz de hacerle sombra a la peor versión del extremo del club.

Huracán recibió más de lo que necesitaba en la fecha donde venció a Aldosivi, y lo mismo le ocurrió en este final. De repente Tigre y Aldosivi perdían sus partidos, de repente una victoria lo metía en Cuartos de Final sin más vueltas. Y quedaba media hora.

Pero el Globo no tomó nunca el riesgo necesario, ni empujó lo suficiente. Independiente regaló la pelota de forma notable, erró mucho en campo propio y prácticamente no pisó el rival.

La salida de Gauto, que lo estaba haciendo muy bien también por izquierda (Notables diferencias entre Gauto y Cabral, entre la verticalidad y la toma de decisiones de ambos), empeoró al equipo. Le quitó chispa, le quitó vértigo.

La entrada de Vera no cambió la ecuación, aunque sí coincidió con la instalación de Huracán en campo rival, allí donde fue verdaderamente inofensivo. El equipo tuvo chances, forzadas, pero chances en fin. Un par de Candia y otro par de Bajamich, quien quedó justificadamente en el centro de las críticas por dos resoluciones amateur.

El reloj empezaba a dejar sin chances al Globo, pero el rendimiento general lo había hecho bastante antes. Huracán jamás cambió de ritmo y lo pagó con la eliminación, para colmo lejos de acariciar la heroica terminó humillado por un rival que pisó el área tres veces y anotó dos goles más, ambos durante los últimos cinco minutos (El tercero, con un repudiable error de Hezze).

Los últimos segundos tuvieron a Huracán metiendo pelotazos largos, apurando el trámite, haciendo todo lo que debió hacer desde el minuto cero, o al menos desde el gol rival.

Huracán terminó eliminado por lo que hizo durante el torneo, pero dejó una última postal lamentable, sacando a la luz todo lo peor que mostró en el semestre. Un técnico incomprensible (cuando arma los equipos, propone cambios, y también cuando declara), jugadores que, con destacadas excepciones, no lograron mantener un nivel parejo y un armado general de plantel muy lejos de las expectativas generadas por la actual conducción.

Relevos de nivel incomprensible, y otros tanto que ni siquiera lograron mostrarse como una variante más o menos respetable.

El ciclo de Kudelka no tiene más hilo, sin embargo cuesta encontrar certezas a la hora de pensar en un entrenador que pueda superar su porcentaje de puntos (46%).

Huracán tiene menos de un mes para rearmarse. Para encontrar la conducción indicada y moldear un plantel que ya tiene varios jugadores para conservar, otros tantos para descartar, y la imperiosa necesidad de incorporar.

Huracán se quedó en las puertas, pero no llegó ni siquiera a tocar el timbre. Le faltó hambre, y eso no puede perdonarse fácilmente.

Quemero de nacimiento, Socio A01775. Locutor Nacional, redactor y Vermoutheano. 10 años en Soy Quemero.

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