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Copa de la Liga – Zona 2 – Fecha 2 | Huracán 2 vs. Estudiantes 3 | En un partido picado por demás, el Globo pagó caro sus desatenciones y, aunque empujó, se quedó sin nada ante un rival muy efectivo.


LO BUENO

Los goles de Candia. Aunque no sirvió para sumar, siempre es importante que los delanteros conviertan. El uruguayo viene en alza desde el final del torneo anterior y ratificar su desempeño con goles debería ser una inversión pensando en el futuro inmediato. Fue efectivo y, además, tuvo varias buenas combinaciones con Cóccaro.

La enjundia para irlo a buscar. A Huracán le dieron los sopapos bien temprano en ambas mitades y, con más-menos lucidez, siempre se mostró intenso y manteniendo el encuentro a raya, quedando cerca del empate sobre el final. Esto no es un consuelo, pero sabiendo que perder es una posibilidad, la sensación para lo que viene siempre es más amena cuando el partido estuvo a tiro.

Los ingresos de Toranzo y Cristaldo. Si bien entraron cuando Estudiantes ya jugaba con un hombre menos y el partido se desarrollaba en 50 metros, ambos le dieron prolijidad al traslado de la pelota y fueron inteligentes para no entrar en la vorágine que venía de afuera, y que exigía tomar atajos en un campo minado de Pincharratas. Si Huracán estuvo cerca del empate sobre el final, mucho tuvieron que ver ambos en la articulación de los ataques.


LO MALO

Los errores en la marca. Todos los goles visitantes llegaron en jugadas donde el Globo tenía una superioridad numérica apreciable, o cuando menos había jugadores en posición para evitarlos. Sin embargo, en el primero la ocupación de espacios fue totalmente deficiente, permitiendo a Zuqui rematar con comodidad; en el segundo, Quilez se pegó una siesta santiagueña bien aprovechada por Boselli; y en el tercero, el caldo se cocinó entre los desaciertos por querer anticipar y una respuesta poco feliz de Marcos. Muchas ventajas que la visita no desaprovechó.

Un árbitro sin personalidad. Que Huracán haya sido beneficiado con un penal inexistente evidentemente condicionó el arbitraje a posterior, sobre todo en el segundo tiempo. Baliño le cedió tácitamente el silbato a los jugadores de Estudiantes, que le manejaron los tiempos a placer. Por más trillado y folclórico que resulte el tema de las avivadas, quien las hace las hace porque el árbitro lo permite. Y Baliño en el segundo tiempo fue un free pass de picardías. Dudo que el tiempo neto de juego en el complemento haya superado los 20 minutos.

Ni el tiro del final… El equipo de Kudelka tuvo varias claritas para empatarlo después del descuento de Candía, pero le faltó esa cuota de precisión que sí tuvo Estudiantes cada vez que atacó. Con un poquito más de tino se hubiera obtenido al menos un punto, importante sobre todo por cómo se había dado el partido.


LO FEO

Estudiantes versión exacerbada. Sorpresa la mía hoy, al repasar comentarios en redes sociales y TV acerca de los sucesos ocurridos en el Palacio. Se limita la violencia a unos pocos eventos con el partido muy avanzado pero, si vamos al caso, en el primer tiempo, mucho antes de que Leandro Díaz y Andujar nos recordaran que tiene menos estabilidad que una torre de naipes, el agua ya estaba en ebullición. Al lado del cuarto árbitro, los suplentes pinchas, encabezados por Pellegrini, estuvieron al menos 15 minutos cara a cara insultándose con plateístas. Uno solo, a quién no distinguí visualmente, intentaba calmar los ánimos. Todos los demás prendidos en el ida y vuelta de las agresiones. La famosa escuela.

Y, ahora sí, vamos con Díaz y Andujar. Escuché en ESPN que el festejo de Leandro Díaz “hay que entenderlo, porque existe historia previa”. La conocida historia entre Leandro Díaz y la barra del Globo ocurrió en 2013. Pasaron 9 años, muchachos. Ya nos hizo varios goles desde entonces y siempre la justificación es la misma. Si Leandro Díaz continúa suspendido mentalmente en un suceso que data de 9 años, que lo trate. ¿Pero justificar la incitación a la violencia? ¡Por favor! Y respecto a Andujar. Particularmente no soy de los que recelan a los jugadores que no vuelven o que eligieron otro camino. Me gusta valorar lo que hicieron cuando estuvieron, ante todo. Por eso, siempre me costó comprender el encono contra Andujar. Pero de nuevo: ¿justificar sus agresiones por algo que le gritaron desde la tribuna? Los periodistas/hinchas que lo justifican, ¿van a la cancha? ¿Saben las cosas que les gritaron a Toranzo, Buonanotte, Tuzzio, etc.? ¿Alguno se fue a trompear con la gente? Y esto no es aval de la gente, que quede claro. Yo también pienso, como Andujar, que deberían existir límites. Empezando por los límites de adentro hacia afuera.


LAS PERLITAS

Y sigue sin romperse. La última vez que Huracán ganó los dos primeros partidos del torneo fue en el recordado 2009, en el que superó a San Martín (T) y Racing. Desde entonces, ni en la B ni en Primera pudo enhebrar dos victorias al hilo en los arranques. 

Un doblete poco feliz. Primera ocasión en la que Candia marca dos goles en un mismo partido con la camiseta del Globo y, particularmente, fue derrota. Digo particularmente, porque en los otros 4 encuentros donde había anotado el Globo había obtenido dos triunfos y dos empates.

Una linda oportunidad. El próximo rival será Arsenal, que en el historial general se encuentra un partido por encima de Huracán (5-4). Más allá de que la estadística en este caso tiene sólo valor testimonial, hay que cortar con estas rachas adversas inexplicables.

Periodista, ex Olé. El fútbol no es un juego: es todo

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