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Patricio Toranzo afirmó sin dejar margen para la duda o el malentendido, que “si el club me lo permite, voy a seguir”.


Atento a que su contrato con Huracán vence a fin de año, el jugador deja un mensaje claro: si le ofrecen renovar, lo hará.

Pronto a cumplir los 40 años (nació el 19 de marzo de 1982), ha demostrado más de una vez que, si bien físicamente otorga ciertas ventajas, las compensa con creces con una calidad futbolística intacta propia de un verdadero crack. En un fútbol donde se corre más de lo que se juega y no son pocos los partidos que se convierten en una vorágine descontrolada, el Pato ha demostrado -el pasado martes con Patronato, sin ir más lejos- que una pausa oportuna y una pegada precisa, también pueden hacer más daño y generar peligro.

Con más de 200 partidos jugados con la camiseta de Huracán, siendo uno de los dos Campeones con esta camiseta con los que cuenta el plantel (el otro es Marcos Díaz) y el único sobreviviente en el club de aquel único e irrepetible equipo del 2009 (al que solamente un robo descarado como pocos lo privara de coronarse Campeón), su renovación no debería estar en discusión. Es más, desde SoyQuemero impulsamos la idea de que sea un contrato abierto, que se termine cuando él ya no quiera jugar más, y punto.

Como si todas las razones anteriores fueran pocas, hay que destacar asimismo un valor poco mencionado y fundamental: su calidad humana y su liderazgo positivo. Hacía 10 partidos que Toranzo no ingresaba a jugar, y oportunidades para ello no faltaron. Sin embargo, el jugador nunca se quejó públicamente (y hasta donde nosotros sabemos, tampoco lo hizo en privado). Nunca hizo uso de ese plafón que le otorga la idolatría de la que es merecedor y el amor incondicional del hincha Quemero. No amenazó con irse, no conspiró en contra del cuerpo técnico, no llamó a los medios para que lo entrevistaran con el fin de expresar descontento o supuesta falta de respeto a su trayectoria… todas cosas que hemos visto de sobra en muchos jugadores con menos pergaminos y en todas partes. Más bien, todo lo contrario, como él mismo manifiesta, “yo entreno para jugar, para estar al 100%, para competir, y para elevar el nivel de mis compañeros”.

Un ejemplo en todo sentido, un verdadero líder, y sin dudas una inspiración para generaciones de chicos del club que nacieron después de que el Pato ya hubiera jugado sus primeros partidos en primera división.

En síntesis: esperamos con ansias la noticia de la renovación de Patricio Toranzo para el 2022. Él quiere, el pueblo huracanense también. Falta que los dirigentes hagan su parte, y cuanto antes, mejor

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