Copa Liga Profesional 2021 – Fecha 2 – Huracán 1 – Unión 1 – Huracán ofreció muy poco ante Unión en el Ducó, no estuvo a la altura de un rival que lo superó pero al menos rescató el empate tras cinco derrotas al hilo. Damonte sostuvo el esquema, modificó nombres, y el resultado fue el mismo, otra actuación muy decepcionante. ¿Cuántos puntos más vamos a perder hasta intentar encarar los partidos con un plan diferente?

Tras la movilizante jornada electoral del domingo, Huracán pisaba el verde césped del Palacio Tomás Adolfo Ducó por primera vez en esta temporada 2021. Israel Damonte disponía el debut de tres de los cuatro refuerzos, José Moya en lugar de Merolla, Iván Equiaga por el expulsado Bonifacio y Nicolás Silva por Cristaldo. Además Chávez volvía a la titularidad relegando a Garro y Walter Pérez se presentaba en reemplazo de Mercado, quien sí repetía era el pibe Spina.

Cinco caras nuevas en relación a la derrota en Varela, sin embargo el planteo táctico fue exactamente el mismo, 4-3-3 con sutiles diferencias. Pérez jugó como volante por el centro y fue Nicolás Silva quien arrancó como relevo de Erquiaga en el lateral izquierdo, haciendo lo que suele hacer Garro. La ausencia de Cristaldo le quitó al equipo el poquito fútbol que podía llegar a generar, y esto quedó claro desde el pitazo inicial.

Unión manejaba la pelota y los espacios, atacando con mucha gente la espalda de la línea media y quedando mano a mano con los centrales en una figurita repetidísima, y agotadora. Huracán no encontraba fluidez, no asociaba a sus futbolistas ni tampoco era preciso en los también agotadores pelotazos a Briasco. Eso sí, con el correr de los minutos supo mantener buena parte de las acciones lejos de la portería de Cambeses.

Pero todo se fue al caño con una mala salida de Renato Civelli alcanzando los veinte minutos. El experimentado central no hizo honor a su recorrido y regaló con todo el tiempo y el espacio posible la pelota en pleno círculo central. Unión recuperó y generó la infracción de Moya a 25 metros del arco. Ezquiel Cañete cobró la ejecución con un bien direccionado derechazo que superó una barrera mal armada y también el tardío salto de Cambeses.

Error de Civelli, su compañero de zaga amonestado, error forzado del arquero y gol en contra. Completito para tanta experiencia, no es la primera y nada hace pensar que será la última.

Pero más allá del pésimo momento Huracán volvió a encontrarse con una posibilidad clara para convertir. La había encontrado con el rebote de Spina en Varela, con la pelota que Unsain le regaló a Chávez y ahora con esta buena penetración de Pérez, tras otro centro de Lozano, que encontró la clara mano de Garay. Penal bien cobrado para el Globo, mejor definición de Andrés Chávez, quien con certero zurdazo consumó su sexto gol en los últimos 13 partidos (Seis goles y medio, con el primero ante Independiente).
El empate no mejoró a Huracán, que siguió sufriendo en defensa y sin variantes posicionales ni tácticas que ayudaran a mejorarlo. En ataque la cosa era igual, repetidos intentos de pelotazos para cualquiera, incluyendo el pibe Spina que supo aparecer por banda izquierda, en un claro desconcierto.

Pero uno de esos pelotazos tuvo frutos con la desprendida de Briasco por derecha y el centro atrás que Walter Pérez, otra vez por el centro en la mejor variante estratégica que planteó el Globo, terminó definiendo muy mal, de derecha, en gran posición.

Unión terminó mejor la primera etapa, forzando a que Cambeses descolgara un centro que pudo habérsele metido, y también comenzó mejor el complemento. Lo de Huracán, en el comienzo de la segunda mitad, fue lamentable. El equipo corrió de atrás a un rival que sin tener mejores nombres funcionó mucho mejor, el Globo no tuvo la pelota, y las pocas veces que la tocó terminó perdiéndola enseguida. Un espanto, pero un espanto de verdad.

La primera respuesta desde el banco a semejante desolación fue cambiar pieza por pieza, salió Chávez, que hace goles en un equipo que no juega, y entró Diego Mendoza, volviendo al club tras su paso por el ascenso de España. Enseguida entró Ramírez por Erquiaga, Walter Pérez se fue al lateral. Pieza por pieza, con Silva algo más suelto y el pibe Ramírez cerca de la banda.

Pero la tensión ofensiva era de Unión, que con poco lastimaba, o al menos pisaba nuestra área, incluso Cambeses deshizo su error tapando un mano a mano que Pérez terminó sacando cerca de la línea. Huracán fue una sombra en ofensiva hasta el ingreso de Cristaldo, a veinte del final, y su par de tiros desviados de los tres postes. También Garro reemplazó a Silva, en el cuarto cambio pieza por pieza (Luego vino uno más, Merolla por el lesionado Moya).

Pero pese a la falta de ideas, la falta de ambición y los problemas lógicos de un plantel verdaderamente limitado, Huracán pudo ganarlo con otro desprendimiento de Briasco y su zurdazo cruzado que chocó contra la respuesta de Moyano. Hubiese sido mucho premio, pero pudo haber sido, estuvo realmente cerca, demostrando que hay con qué, pero sin voluntad de cambio es imposible.

Empate con gusto a derrota, por ser locales y por haber sido superados por el rival. 1 punto de los últimos 18, 1 de 6 en cuanto a lo que verdaderamente importa, los promedios. Y se vienen dos partidos de visitante, en Tucumán y en el Bajo Flores.

Antes Estudiantes de San Luis, un equipo de la tercera categoría del Consejo Federal de AFA, y acá sí que no hay excusas, ya que muchos de los que jugarán contra el Globo no viven solo del fútbol. Hay que ganar, hay que rendir y hay que demostrar que sabemos lo que estamos haciendo.

Si Damonte no patea el tablero, seguiremos condenados a perder puntos.