Huracán preparó  un excelente reconocimiento para Diego Armando Maradona, técnico Tripero y emblema de este juego que tanto amamos. Con poco se hizo mucho, hubo un cariño tan honesto que movilizó el cuerpo y la respuesta del 10 estuvo cargada de elogios para el Club, el Palacio Ducó y algunos de nuestros jugadores.

¿Qué es Dios?, se preguntan Las Pastillas del Abuelo en su canción homenaje a Diego Armando Maradona. Misma pieza que el Quemero Pity Fernández, acompañado por el guitarrista Diego Bozzalla, cantó en vivo y entre los bancos de suplentes mientras el mejor jugador de todos los tiempos pisaba el verde césped del Palacio Tomás Adolfo Ducó, esta vez como técnico de Gimnasia de La Plata, rival de turno.

El sistema de sonido del Estadio amplificó la canción que terminó opacada, imagino que ni siquiera para la molestia de los propios músicos, por la tremenda ovación que el Pueblo Quemero le regaló a Diego Armando Maradona. Pelusa había llegado a Parque Patricios unas horas antes y ante los micrófonos, extensiones metálicas de su cuerpo desde hace cuatro décadas, no dudó en asegurar que “Esta cancha me recuerda a mucha gente que le hizo muy bien al fútbol, por eso vengo con todo el corazón. Esta cancha es hermosa, es de Primera, pero de Primera de verdad”.

Y esa salida de la manga inició con los excelentes reconocimientos que el club preparó. Una bandera espectacular (“El Palacio es tu casa”), ubicada en el lugar exacto, que Maradona contempló, señaló con emoción y algún que otro fotógrafo capturó en imagen que a esta altura ya debe acompañar el fondo de pantalla de varios Quemeros. La presentación de las Pastillas del Abuelo fue precisa, justa, tocando el género musical que tantas inolvidables veces vibró en los muros del Palacio.   

Miguel Ángel Brindisi le entregó una camiseta del Globo enmarcada, obviamente con el número definitivo, en otra atinada decisión. Guste más o menos Brindisi es un símbolo de Huracán, y también está muy identificado con la carrera de Maradona. No faltaron dirigentes, encabezados por el presidente Alejandro Nadur.

La acción tuvo su reacción, y un tipo con tanta llegada como Diego solo respondió con elogios para el Club: “La bandera es hermosa” y repitió, “El Palacio es de Primera, de Primera de verdad”. Además ante los micrófonos del Departamento de Prensa, Maradona aseguró estar viviendo algo “Impresionante” y no dudó en asegurar “Tuve muchos recibimientos, pero esto supera todo”.

Hubo tiempo para saltar junto a Las Pastillas del Abuelo al ritmo de “El que no salta es un inglés” y fundirse en un abrazo con Israel Damonte, DT Quemero.

Y un apartado para el Pueblo Quemero, que se comportó como nadie (o los mismos pocos de siempre) dudaba: Lo primero fue recibir a Huracán, aplaudir a todos los jugadores, cantar nuestras canciones. Lo segundo fue ovacionar a Maradona, y también se le brindó apoyo a Damonte. Impecable.

Las ovaciones a Diego fueron al principio, en el entretiempo y también al final. En sus idas y venidas al vestuario Maradona saludó con respeto a todos los futbolistas del Globo que se le acercaron. Se abrazó dos veces con Rodrigo Gómez (¿Le habrá dicho algo del gol?) y también con Bogado. Además tuvo un afectuoso saludo con Norberto Briasco, a quien terminó elogiando en conferencia de prensa post-partido: “Briasco es un animal, las hizo todas. Jugó un partidazo”. Además por lo que vimos en imágenes, el 10 también firmó camisetas al plantel.

Tampoco estuvo de más el sillón, o mejor dicho trono, que Diego firmó con su inmortal garabato y le sirvió de asiento durante los noventa minutos. Y dejó la cancha tirando besos a los cuatro costados, en un agradecimiento notablemente genuino. Destacar también, que volviendo al banco en el entretiempo, beso el césped.

Solo felicitar a los encargados de esta organización, que tuvo mucho que ver con Huracán, con su idiosincrasia y el calor de su barriada. La sobriedad no quitó emoción, lejos de eso generó una comunión genuina y hermosa entre los hinchas, de los hinchas para Maradona y de Maradona para los hinchas. Que un tipo con tanta llegada elogie con tanta sinceridad a nuestro club es un verdadero acierto de la comunicación institucional.

Retomar la pregunta inicial es meterse en un laberinto. Maradona es una leyenda del deporte, y también por fuera de él. Alguien mucho más lúcido escribió, palabras más palabras menos, que a Maradona no se lo juzga por lo que hizo con su vida sino por lo que hizo con la nuestra. Gente más capacitada podrá analizar la relación entre el fanatismo que genera y el rechazo a su accionar en miles de situaciones.

Lo que creo sin dudar es que todas aquellas personas hinchas de Huracán y atravesadas por el sentimiento Maradoniano hemos vivido una noche imposible de olvidar.