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Huracán participó con derrota del Torneo de Verano 2020, cayó 2-1 ante Universitario de Perú en un duelo con altibajos que terminó definido por los errores defensivos. El debut extraoficial de Israel Damonte mostró un equipo con carácter, que tuvo la sana intención de tocar y arrastró errores recientes. El 2020 arrancó con la misma sensación: no alcanza.


Huracán tuvo su primer contacto con el Pueblo Quemero en el marco del Torneo de Verano 2020, serie de partidos amistosos encuadrados en la clásica competencia de pretemporada. El Estadio Bicentenario de San Juan fue testigo del debut informal de Israel Damonte como entrenador del primer equipo, nueve días después de su primer entrenamiento como DT.

Pero la indumentaria oficial y el público en las gradas le dio impronta de duelo por los puntos, también el hecho de enfrentar al Club Universitario de Deportes, conjunto peruano que disputará la Fase Preliminar de la Copa Libertadores 2020.

Sin Salcedo, Briasco, Garro ni Chávez Damonte paró algo parecido a un “equipo ideal”; Silva bajo los tres palos, Araujo, Merolla, Romat nuevamente como central y César Ibáñez. Adrián Calello pegadito a Joaquín Arzura y Mauro Bogado rotando en las inmediaciones del círculo central. Javier Mendoza por izquierda, Rodrigo Gómez algo más suelto y Fernando Coniglio como único delantero definido. 4-5-1 con clara flexibilidad en tres cuartos de cancha.

El partido tardó en agarrar ritmo, entre imprecisiones y golpes que fueron cortando la fluidez. En este contexto Huracán se mostró apenitas mejor en intenciones, buscó ser prolijo con la pelota y abrir las bandas para lastimar; de todas formas sus remates al arco llegaron con huecos en el carril central, Gómez levantó demasiado el derechazo e Ibáñez shoteó a manos de Carvallo.

Lo más cerca que estuvo el Globo de convertir fue con balones quietos al corazón del área Crema, allí donde Universitario hizo agua; sin embargo Lucas Merolla, en dos oportunidades, no alcanzó a conectar de lleno frente a la portería.

Sin lucir, ni mucho menos, Huracán parecía tener las riendas del juego. Sin embargo y a siete del descanso la U rompió el cero en su primer impacto limpio contra el arco. Hohberg bailoteó por banda izquierda y sacó el centro que Lucas Merolla, sin ningún tipo de presión, dejó corto al intentar matar de pecho; Jonathan Dos Santos se benefició de la pelota suelta y empujó a gol. Rara decisión de Lucas, con Silva a sus espaldas, marcado error y a las duchas en desventaja.

El complemento arrancó con dos modificaciones por bando, Damonte dispuso el ingreso de Bettini por Araujo y el de Martín Ojeda en lugar de Arzura. Y justamente el ex Racing rompió por el centro para alcanzar el empate, tras una recuperación de Bettini, Ojeda recibió con espacio en posición de diez y pudo acomodarse para sacar el tremendo zurdazo que explotó contra el palo izquierdo de Carvallo.

Empataba Huracán en ocho minutos con el golazo de Ojeda, pero el envión de la diana duró poco y el partido se mantuvo volando bajito. Y los cambios a granel no ayudaron a mantener la intensidad, en veinte minutos el Globo metió los seis cambios; Vieyra por Mendoza, Cordero por Coniglio, Bareiro por Calello y el pibe Ramírez por Gómez.

Seis cambios pero nunca dos puntas juntos, siempre una única referencia, a veces se pegaba Vieyra, en otras  Ojeda, pero esos encuentros en ataque que tanto escasearon durante todo 2019 se mantuvieron lejos de consumarse en esta primera prueba.

Y las situaciones no llegaron, o llegaron forzadas, aunque un bochazo dejó solo a Martín Ojeda y este dudó entre rematar o servir, sacando el centro bajo a manos del golero peruano. Cuando todos los caminos conducían a los penales, Universitario se quedó con el amistoso golpeando nuevamente en los minutos finales, a nueve de los noventa, y tras otro error en el fondo.

Nicolás Romat perdió el anticipo lejos del área y De la Cruz se benefició de la redonda solo, con el arco de frente y la última línea desacomodada. El volante filtró para Urruti y este, en plena área, jugó el centro al medio que Alexander Succar remató de zurda a gol. Tres toques para burlar una defensa que perdió las marcas, tres toques para consumar la derrota.

Huracán tuvo el partido, durante algunos minutos, en el área rival pero careció de claridad. Lo más cerca de empatar fue, otra vez, con Martín Ojeda y un tiro libre que Carvallo sacó volando contra su poste. Fue final y derrota.

Algunas conclusiones, apresuradas, pero conclusiones al fin. Arzura es el volante central que mejor panorama tiene para adelantarse, y Mauro Bogado el que mejor maneja la pelota en el círculo central. Sería interesante verlos juntos.

Romat será uno de los centrales en el arranque y ante las bajas, mientras que los marcadores de punta deben ser Araujo e Ibáñez, con Bettini siempre dispuesto pero muy impreciso y poco resolutivo. De los volantes ofensivos toda la obligación recae en Gómez aunque con el gol Ojeda, inmerso en irregularidad, ha demostrado recursos hasta aquí ignorados.

Parece que el único punta no se moverá, aunque este juegue lejos y aislado. Buenas intenciones de Ramírez, poco de Mendoza y nada de Vieyra.

De la mano de Damonte poco para decir, hace falta trabajo y está claro. Por lo pronto se notó un equipo comprometido y solidario, con imprecisiones y buenas intenciones de tocar.

Veremos lo que nos espera.

Quemero de nacimiento, Socio A01775. Locutor Nacional, redactor y Vermoutheano. 10 años en Soy Quemero.

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