Superliga 2019/20; Fecha 11 – Velez 0 vs. Huracán 0 – El Globo de Néstor Apuzzo se plantó en Liniers, y le sacó un valioso empate al Vélez de Gabriel Heinze. El equipo se cerró bien atrás, ocupando espacios, para que los buenos jugadores rivales no pudieran llevar a cabo su juego.

Luego de la importante victoria ante San Lorenzo, Huracán tenía una parada a difícil en su visita a Vélez Sarsfield. Para este encuentro, Néstor Apuzzo decidió realizar una sola modificación en su once inicial: Gonzalo Bettini ingresó en lugar de Juan Fernando Garro. El esquema electo, una vez más, fue un 4-4-1-1 como durante toda la gestión del ¿ex? coordinador de inferiores a cargo del primer equipo. De esta manera, el equipo quedó conformado con Antony Silva en el arco, una línea de cuatro defensores con Carlos Araujo y César Ibáñez por los costados y Saúl Salcedo junto a Lucas Merolla por el centro. En la mitad de la cancha, como dupla de volantes centrales estuvieron Mariano Bareiro y Mauro Bogado, ocupando los carriles salieron a la cancha Bettini y Norberto Briasco, mientras que Rodrigo Gómez hizo las veces de enganche. El único delantero fue Lucas Barrios.

La tonalidad del encuentro fue la misma durante los 90 minutos: Huracán retrasado, bien cerrado atrás, pero siempre presionando y molestando a los jugadores de Vélez para obligarlos al error. De hecho, esto se logró en reiteradas ocasiones, sintiendo los rivales la presión y viéndose obligados a tirar pelotazos con destino erróneo. El globo buscó centralizar su juego en la picardía de Gómez y la buena tarea de Barrios para bajar pelotazos muy difíciles desde el juego aéreo. El “Droopy” no estuvo muy preciso pasando la pelota durante la primera etapa, y esto fue algo que sus compañeros sintieron.

Por el lado del ex Colo Colo y Argentinos Juniors, demostró que de los 3 delanteros centro que tiene Apuzzo en el plantel, es el más apto para jugar con este esquema y obligaciones: es bueno jugando de espaldas, aguanta muy bien el balón y gana muy seguido de cabeza. Quizás el punto mas flojo que tuvo fue a la hora de tomar decisiones, en gran parte producto del cansancio y el arduo desgaste que se vio obligado a hacer. Algo a resaltar de lo ocurrido durante la primera etapa fue que, mas allá de tener mayoritariamente la posesión de la pelota, Vélez nunca supo poner en aprietos el arco custodiado por el paraguayo Silva, salvo en un mano a mano que el propio arquero quemero se encargó de disuadir y un intento de gol olímpico por parte del chico Lucas Robertone también desviado por Antony.

Para el complemento Vélez movió algunas piezas con el ingreso del juvenil Thiago Almada y salió decididamente a intentar quedarse con el partido. El globo decidió adelantarse unos metros y consecuentemente liberó espacios que los dirigidos por Heinze se encargaron de ocuparo. Asi se dio un partido mucho mas eléctrico y con llegadas para ambos sectores. Huracán se llenó de amarillas (párrafo aparte para la pésima labor de Néstor Pittana), y esto obligó al entrenador a realizar modificaciones en la alineación: casi en simultáneo se dieron los ingresos de Fernando Coniglio y Adrián Calello en reemplazo de Lucas Barrios y Mauro Bogado. En ambos casos la modificación fue meramente posicional, la idea era que los recién ingresados cumplieran el mismo rol que los que salieron. Cuando el encuentro se moría, Apuzzo mandó a la cancha a Nicolás Cordero por Rodrigo Gómez.

Un empate que por el momento que viene atravesando el rival, y por lo que suma sobre todo desde la parte anímica es muy importante. No es un dato para nada menor que con este, ya se suman 5 partidos sin perder y sin recibir goles. Está claro que el globo encontró solidez defensiva desde la llegada del nuevo cuerpo técnico y los números lo avalan. El equipo asume que es menor en jerarquía que sus rivales, pero les plantea partidos muy difíciles de romper. El lunes contra Lanús se viene otro examen más que difícil, pero que por las últimas actuaciones, uno considera que los jugadores están mas que capacitados para afrontar.