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Superliga 2019/20; Fecha 10 – Huracán 2 vs. San Lorenzo 0 – Huracán supo mutar su estrategia a lo largo del partido, y de esta manera pudo dominar a San Lorenzo y vencerlo por 2-0. Un comienzo a pura presión y ahogo, se combinaron con un complemento mucho más expectante con poca tenencia y priorizando el juego de contra.


Para afrontar el clásico contra San Lorenzo, Néstor Apuzzo dispuso de una sola modificación respecto al 11 que venía de empatar con Estudiantes en La Plata: Lucas Barrios volvió a la titularidad tras un largo tiempo, e ingresó en reemplazo de Andrés Chávez. Nuevamente el esquema electo y, aparentemente, el predilecto del entrenador ¿interino? fue un 4-4-1-1. Así dadas las cosas, el globo salió a la cancha con Antony Silva en el arco, una línea de cuatro defensores en el fondo, que ya prácticamente sale de memoria, con Carlos Araujo y César Ibáñez por los costados y Saúl Salcedo junto a Lucas Merolla por el centro. En el medio, como dupla de volantes centrales se pararon Mauro Bogado y Mariano Bareiro, por los costados jugaron Norberto Briasco y Juan Fernando Garro, y por el centro haciendo las veces de enganche estuvo Rodrigo Gómez. El único delantero fue el ya mencionado Barrios.

El encuentro comenzó con un Huracán que tuvo como premisa fundamental, ahogar a su rival aplicando presión desde el comienzo para generar el error rival. Desde “Droopy” Gómez y su incansable desgaste físico, hasta Barrios y una entrega pocas veces vista de su parte, contribuyeron al buen trabajo de los restantes mediocampistas para llevar a cabo esta tarea. Esto produjo que San Lorenzo no tuviera la posibilidad de hacer circular la pelota con comodidad. Era tan intensa la manera de presionar que ya se ejercía, incluso, desde el momento que los centrales rivales tomaban posesión de la pelota. Fabricio Coloccini, en general quien avanzaba con el balón desde el fondo, hubo en situaciones que o bien tuvo que tirar la pelota arriba a dividir, o cometió errores pasando la pelota producto de la incomodidad que le ejercían los jugadores quemeros.

Justamente desde un apriete del lateral de inferiores Ibáñez, fue donde nació el primer tanto de la tarde en el Ducó: el chico del globo atosigó a Fernando Belluschi, le robó el balón, avanzó unos metros para luego visualizar la posición de Gómez, quien con un centro a medida ubicó a Barrios para que este cabeceara a gol a pesar de la presencia de dos defensores de San Lorenzo. Gran gol que le daba la posibilidad al equipo de bajar un par de cambios y replegarse para recuperar un poco desde la parte física.

Esa fue la manera de encarar el segundo tiempo: con la ventaja a favor, los de Apuzzo le dieron la pelota a su rival, y los esperaron unos metros por detrás de la línea del medio. Los últimos instantes se pudo visualizar que la tenencia no era algo que le sentara bien a los dirigidos por Juan Antonio Pizzi. Lograban circular el balón, pero no así llegar a la profundidad necesaria para incomodar al arco defendido por el paraguayo Silva. A pesar de que el ex entrenador de la selección de Arabia Saudita envió a Óscar Romero apenas comenzado el segundo tiempo en reemplazo de Belluschi, el jugador que supo vestir la camiseta de Racing nunca fue la “manija” que su equipo necesitaba.

Por el lado de Huracán, el entrenador se vio obligado a mover su primera ficha producto de una lesión de Juan Garro: Gonzalo Bettini fue quien lo reemplazó y se posicionó como una especie de lateral derecho bis, unos metros por delante de Araujo, con la intención de ayudar con la marca de un muy ofensivo Bruno Pitton. La segunda modificación se dio a los pocos minutos, con el ingreso de Fernando Coniglio en lugar de un muy cansado Lucas Barrios. El último cambio fue, con intenciones de cerrar el partido, con el ingreso de Adrián Calello por Norberto Briasco. Tras las modificaciones realizadas, el equipo quedó parado los últimos minutos de partido con una especie de 5-4-1. A 10 minutos del final, tras una pelota parada, fue el recientemente ingresado Coniglio quien aumentó la ventaja a favor de Huracán y sentenció el partido con el 2-0.

Una victoria que deja una imagen y una impresión más que positiva. No solo por el despliegue futbolístico, sino por la confirmación de la solidez defensiva que supo encontrar el equipo desde la llegada de Apuzzo (todavía no recibió goles en contra). Se vienen tres paradas muy difíciles en las que se comenzará a definir el futuro del entrenador en el club. De esta manera está claro que el Globo se presenta como un rival difícil para cualquier rival que se le pare enfrente.

Periodista Deportivo. Profesor de Educación Física

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