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Luego de igualar 3 a 3 ante a Boca, el entrenador del Globo habló en conferencia de prensa y expresó su agradecimiento con el plantel tras la gran campaña obtenida y los objetivos que fueron cumplidos.


Sobre la conclusión general luego del partido de hoy y finalizar el campeonato lejos de la zona del descenso

«Como le dije a los jugadores antes del partido, más allá de que queríamos ganar, de que queremos clasificar a la Copa Libertadores después de todo el esfuerzo que habíamos hecho, les dije que a mí el partido de hoy y el resultado no me interesaba porque ya me habían demostrado que ellos eran campeones. No se necesitaba conseguir un triunfo para ratificar lo que este plantel me había entregado. Les agradecí porque me dieron ganas de volver a dirigir, me dieron ganas de volver a entrenar, sentí placer de estar al frente del club, me hicieron sentir las cosas más fuertes que un entrenador puede sentir.
Les dije que si había justicia iban a clasificar y después de la adversidad del primer tiempo, tuvieron una demostración de coraje, de amor propio, de integridad que dejaron el alma. Entonces más que palabras de gratitud hacia los jugadores no tengo, hemos superado ampliamente a mi entender las expectativas que teníamos a principio de año. Gratitud, admiración y orgullo por representar este plantel»

 

Referente a si Huracán logró convencerlo de seguir dirigiendo y sobre la renovación de su contrato

«El fútbol tiene su costado ingrato, un montón de cosas maravillosas que nos da, por eso siempre les digo a los jugadores que nunca traicionen al fútbol, que lo defiendan, que acepten las cosas que el fútbol les pide y les exige, las privaciones que el fútbol les pide y exige pero que el fútbol a la larga devuelve mucho más de lo que pide. En algún punto, últimamente ese pensamiento lo discutía conmigo mismo porque no tenía esa sensación de que te paguen con la misma moneda con la que uno pagaba, y por suerte me tocó venir a Huracán, por suerte me tocó llegar a este club, llegar a este plantel, a esta gente maravillosa que forma este club y generaron cosas en mi nuevamente, esa sensación de cuando empecé a dirigir en Atlético Rafaela que tenía 30 años, de querer pelear por lo máximo, luchar por lo máximo.
Cuando fuimos a la cancha de Temperley había que ganar para salvarse del descenso, después había que ganar para clasificarse a la Copa Sudamericana, después había que ganar para clasificar a la Copa Libertadores, después había que ganar para salir en el cuarto puesto para no jugar el repechaje. Es como que iba moviendo el arco permanentemente y si lo hacía era porque ellos la respuesta que tenían iba directamente en esa dirección, porque ellos también lo anhelaban y la verdad es que me dan ganas de seguir. Sé que no es fácil encontrar planteles como estos.
No sé qué va a pasar en mi futuro, no hemos hablado nada porque había un pacto tácito con el Presidente, de no hablar de otra cosa que no sea el presente futbolístico de Huracán en el día a día. Calculo que estos días, en estos momentos por ahí ya nos pondremos de acuerdo para encontrarnos y para charlar, como dije no tengo definido mi futuro, no sé qué va a ser de mi futuro, pero sí tengo claro que con el primero que voy a hablar es con Huracán y mi prioridad pasa por ahí. Después dependerá de que los objetivos sean comunes, pero por lo pronto no me quiero aventurar absolutamente a nada».

 

Sobre cómo pudo levantar al equipo en el segundo tiempo, cómo fue el cambio de pasar de un 1 a 3 a casi ganar el partido

«Creo que tuvimos 15 minutos de desconcentración en el primer tiempo que fueron fatales, pusieron al partido al borde del abismo, más que nada porque en un momento me doy vuelta al banco de suplentes, estaba parado Pato Toranzo al lado mío y le digo: ‘Pato, tenemos que meter el segundo gol’ tenemos que liquidarlo porque Boca tiene capacidades individuales que si en un momento nosotros llegamos tarde o ellos coordinan nos pueden empatar el partido. Tuvimos las chances para meter el segundo porque cuando nosotros manejábamos la pelota, salíamos de la presión, le poníamos la pelota en la espalda de los volantes de Boca, se asociaban Silva y Pussetto con Rolfi que manejaba un pívot, Diego se movía por todo el frente de ataque, había el apoyo de los dos volantes centrales de atrás, teníamos una defensa adelantada que trataba de achicarle los espacios a Bou… y Boca nos había avisado, porque nos había avisado con un cabezazo en el palo que fallamos en cosas que normalmente nosotros no fallamos, que es el tema de las marcas en las pelotas paradas y ahí no es normal en Huracán ver ese tipo de fallas.

Me parece que cuando uno dice que el fútbol son estados de ánimo, ahí el estado de ánimo de Huracán pegó, fue un golpe directo al corazón del equipo porque después te lo planteás, me lo planteaba yo también, estábamos jugando un buen partido, estábamos manejando la pelota, estábamos generando situaciones. Te empatan el partido y es volver a empezar de nuevo, en una pelota parada a favor nuestro dejamos corto un rebote, viene un contragolpe y en un suspiro de estar ganando pasamos a estar perdiendo y ahí lo que quería era que llegue el final del primer tiempo para tratar de reacomodar y no solamente llegó el final del primer tiempo, sino que llegó el final del PT con otro gol de Boca.

Había que apelar al orgullo de los jugadores, a entender que había cosas que había que mejorar, que no había que perder el orden que eso es cosa fundamental para nosotros, que de ahí íbamos a regalar la posibilidad de contragolpe a Boca porque nosotros teníamos que salir a revertir el resultado, pero que no podíamos meter el tercer gol antes que el segundo y lo que nosotros necesitábamos era convertir un gol. Les dije ‘donde nosotros convertimos un gol, el empate viene como consecuencia, y si nos queda tiempo vamos a revertir el partido’. Nos costó porque la verdad tuvimos que renegar mucho para convertir el segundo gol porque tuvieron salvadas, pelotas en el palo que no la podíamos definir, pero después del 3 a 2 se vio la sensación de que el partido se empataba y si bien al final estábamos expuestos a los contragolpes de Boca, también daba la sensación de que en un momento Huracán lo podía terminar de dar vuelta, por eso me queda esa sensación de la jugada del final que no la pudimos terminar».

 

En cuanto a lo que se habló en la semana y las declaraciones de Ariel Holan

«Soy muy respetuoso, no soy dueño de la verdad, lo único que tengo es mi verdad y mi verdad no es nada más que mi verdad. Recuerdo un partido que estábamos peleando el descenso, Independiente fue a jugar un partido contra Temperley y puso un equipo alternativo y a mí me dolió, pero está bien yo después lo entendí, pensé si yo estuviera en el lugar de él, haría exactamente lo mismo porque tenía que jugar una instancia decisiva por el tema de Copa y lo he hecho cuando tuve que jugar Copa Libertadores o Copa Sudamericana y poner equipos alternativos, porque uno privilegia una competencia con respecto a otra.

Si vos llegás al final del campeonato y te fuiste al descenso, no te fuiste al descenso por mala suerte y si saliste campeón, no salís campeón porque tuviste suerte, porque fuiste el mejor y si clasificás a las Copas no es porque de pronto en un partido te tocó verte favorecido o verte perjudicado por una circunstancia particular. Yo no puedo cuestionar o criticar a los equipos porque ponen a un equipo o a otro equipo, toca lo que toca y después de 27 fechas, si clasificaste a la Libertadores es porque te lo merecés y si no clasificaste es porque te habrá faltado algo. No voy a reclamar algo que no corresponde.
Uno tiene que ser muy prudente con las declaraciones. Hemingway dijo un día que el hombre necesita dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar. Entonces, a veces hay que aprender a callarse la boca

 

Sobre qué significa haber dirigido a Rolfi Montenegro

«Un orgullo, se lo dije a él, me hubiese encantado tenerlo más tiempo en su plenitud, pero la verdad que con la alegría y con la felicidad que él transitó todo este fin de etapa. En el entretiempo se me arrima y me dice: ‘Sacame si tenés que sacarme, no dudes’. Le digo: ‘Rolfi, quedate tranquilo, vos jugá un ratito más’.

Pero como se lo dije en la charla, hay veces que las figuras uno cree que sobresalen por las capacidades individuales que tienen y yo le decía a él que para mí es figura porque tiene la virtud de mejorar a los que tiene alrededor y en todos los planteles que estuvo tuvo la virtud de mejorar a los que tenía alrededor, a nosotros nos había hecho mejor, entonces esos para mí son los grandes de verdad y haber acompañado esta última etapa para mí era un orgullo, y se lo dije primero como entrenador de Huracán y segundo como hombre de fútbol. Le doy gracias como representante del fútbol argentino por las cosas que él le dio al fútbol argentino».

Sitio Oficial del Hincha de Huracán

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