Superliga 2017/18 – Fecha 18; Colón 0 vs. Huracán 0 – El seguimiento de cada jugador del Globo.

Marcos Díaz: Fue el jugador más determinante del equipo, con cuatro atajadas muy importantes que pudieron ser tranquilamente goles del rival. Es cierto que aún en sus tremendas reacciones dejó balones sueltos, sin embargo estos no prosperaron y Marcos logró alinear partidos sin recibir goles por primera vez en el año. La contracara son sus saques de arco, quietos o en movimientos, cuya gran mayoría termina con la posesión del rival.

Carlos Araujo: De lo mejor del equipo, por adaptarse a las situaciones del partido en un nivel parejo. Sostuvo su lugar como titular y luego pasó al lateral izquierdo tras la lesión de Álvarez, no se lanzó tanto al ataque como con Estudiantes pero siempre mostró recursos para intentar ser lo más prolijo posible.

Carlos Matheu: No pasó grandes sobresaltos, luchó contra delanteros muy buenos y terminó bien parado. Sacó su chapa en un par de opciones e incluso ubicó a más de un rival con aires de grandeza. De cara a un partido como el que se viene, es bueno tenerlo en el once titular, está más que capacitado para reemplazar al sorprendente Salcedo y volvió a demostrarlo.

Martín Nervo: Se complementó bien con Matheu a la hora de aplacar una delantera complicada, mantuvo un buen nivel durante los noventa minutos con algunas acciones para destacar. Falló nuevamente en la cesión del balón, abusó del pelotazo sin dirección y tampoco estuvo aceitado para el toque corto.

Pablo Álvarez: Venía bien hasta el momento de su lesión, lanzándose un par de veces en ataque y cortando bien en el retroceso. Perdió la cuerda en una de las primeras acciones del partido, pero terminó recuperándose rápido. El físico volvió a pasarle factura cuando estaba agarrando continuidad abriendo interrogantes de cara al clásico.

Israel Damonte: Buen partido de Damonte, en el podio con Marcos y Araujo. Hizo una buena dupla con Bogado y esto hay que tenerlo en cuenta, fue el primer defensor del mediocampo y jamás perdió su ritmo de marca. Naturalmente perdió presencia ofensiva, pero está claro que más allá de los goles ante Central su principal aporte es del círculo central hacia atrás. Raspó siempre, tuvo criterio para jugar y cometió pocos errores.

Mauro Bogado: En consonancia con Damonte cumplió, fue el volante que más se despegó del doble cinco buscando el arco con un par de remates que no tuvieron buen destino. Se acopló al ataque siempre sin perder nunca su faceta defensiva. En el complemento se quedó un poco desde lo físico y le costaron los retrocesos, sin embargo se acomodó tras la salida de Pussetto. Convirtió el gol de la polémica sobre el final, cuya invalidez comentamos en el informe del partido.

Ignacio Pussetto: Volvió a ser un volante más, tras jugar como delantero puro ante Estudiantes, alternando buenas y malas. Fue nuevamente la pieza más vertical del equipo, pero no estuvo nada fino en la cesión del balón; comandó muchos ataques que terminó definiendo mal y buscó el arco con un par de disparos que no generaron demasiado riesgo. Su lesión encendió alarmas en el complemento, el equipo fue inofensivo tras su salida y todos prendemos velas para poder contar con él ante los de Almagro.

Nicolás Silva: Fue la manija del equipo, o al menos lo intentó, con resultados dispares. Mostró nuevamente su buen control de balón y más facilidades para el mano a mano jugando en el centro de la cancha, sin embargo esto le quitó explosión e incidencia en el área rival. Tuvo buenos movimientos, jamás se escondió y mantuvo el ritmo hasta el final, pero siempre le faltó un poquito más para terminar de ser peligroso. Terminó volanteando lejos del arco, tras la salida de Nacho.

Ricardo Noir: Volvió a la titularidad flotando en el mediocampo, moviéndose entre la banda izquierda y el centro sin una notoria definición. Tuvo una opción clarísima para abrir el marcador con el buen derechazo que sacó Domínguez, y también fue gestor de la maniobra que casi manda a guardar Chávez. La sensación es que el equipo no termina de sacarle todo el juego, responsabilidad compartida con las propias actuaciones de Tito.

Andrés Chávez: Jugó todo el partido pero sigue transitando un nivel que difiere mucho de la ilusión que generó su arribo en el Pueblo Quemero. Esta vez tuvo más movilidad y una clara situación para convertir, sin embargo perdió balones simples y le costó mucho ganar cada una de las posiciones que peleó. A los mejores hay que exigirles más, seguramente lo suyo sea más físico que futbolístico pero está clarísimo que se mantiene lejos de la expectativa.

Cristian Chimino: Ingresó en el primer tiempo por la lesión de Álvarez, volvió a sumar minutos y lo hizo sin desentonar. Se metió rápido en el ritmo del juego redondeando una actuación correcta.

Diego Mendoza: Volvió a sumar minutos en el primer equipo dejando en el banco a Coniglio. Diego tuvo su ímpetu de siempre, aunque los resultados no variaron. Defendió bien un balón, entregó mal algún otro y se movió muy lejos del área rival, aunque está claro que esto fue una curiosa decisión del entrenador.

Nazareno Solís: Entró para volantear por banda izquierda durante el último cuarto de hora y con Huracán volcado en pose defensiva. Tuvo un veloz contragolpe que pudo ser mucho más peligroso, sin embargo Domínguez se avivó justo saliendo muy rápido de su arco.