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Superliga 2017/18 – Fecha 14; Racing 4 vs. Huracán 0 – El seguimiento de cada jugador del Globo.


Marcos Díaz: Recibió cuatro goles en una noche, siendo de los arqueros que más vallas invictas logró en la temporada. Está claro que fue doblegado por un equipo con tremendo potencial ofensivo pero me quedó la sensación que pudo haber realizado algo más en cada una de las cuatro conquistas rivales, aunque con muy poca incidencia en la tercera. A remontar ante Rosario Central.

Cristian Chimino: Fue con muy poco lo mejorcito del fondo en el primer tiempo, o al menos quien más gano en la defensa mano a mano. No estuvo presente en la previa al penal, ni tampoco participación directa en el resto de los goles. Durante el complemento mejoró en los anticipos pero terminó siendo uno más en la pobre actuación de la última línea.

Saúl Salcedo: Flojo partido del paraguayo, por debajo de sus posibilidades. Le tocó enfrentarse a dos delanteros de muchísima jerarquía, y aunque resolvió varios tiros de forma óptima el saldo le termina dando negativo. Tuvo dos para convertir de cabeza, la primera muchísimo más clara, pero le faltó realmente poco para que ingresen.

Martín Nervo: Mal partido del capitán, que perdió muchísimo y quedó en la foto de todos los goles. Bailó con la más fea y perdió como en la guerra, fue la sombra de la figura del partido y jamás logró imponer condiciones defensivas. Más allá de sus errores, a su favor hay que decir que se midió contra actuaciones impecables.

Lucas Villalba: Actuación complicada de Villalba, cuyo pasado en el Rojo no le sirvió de motivación para encarar el partido. Le comieron siempre la espalda, perdió casi todos los hombre a hombre y llegó tarde a cada intervención. Si solo dependiera del hincha, ya no sería titular, pero su noche debió de sembrar dudas en el cuerpo técnico. Veremos lo que ocurre, es imperioso un cambio en esa zona de la cancha. El pulgar para abajo pudo ser para varios, sin embargo Villalba no puede levantar su media.

Adrián Calello: Pobre partido de Calello, que levantó en el segundo tiempo aunque el daño ya estaba hecho. Jamás se complementó con Damonte y perdió demasiado por su zona, o al menos mucho más a lo que nos tiene acostumbrado. Intentó suplir falencias con actitud y algunos avances a los tumbos, pero estuvo muy por debajo de su posibilidad en cuanto a la marca. Dudas en una zona de la cancha donde todo parecía estar claro.

Israel Damonte: Retrocedió dos escalones tras su debut ante River, corrió siempre desde atrás y no encontró herramientas para poner su experiencia al servicio del equipo. No conectó jamás con Calello y estuvo lento en los retrocesos, también buscó tomar la lanza en un par de ataques pero nunca terminó de convencer. Que sea una mala noche y nada más.

Patricio Toranzo: Mala noche del Pato, siempre detrás de la pelota. No tuvo contacto positivo con la pelota, más allá de un par de buenos servicios, nada en comparación a su habilidad. Insisto en que presionar tan alto le quita físico, y está costando mucho encontrar los espacios en donde Pato pueda hacer diferenciar. Terminó reemplazado algunos minutos después de lo merecido, no perdamos tiempo en probar variantes en esa zona.

Ricardo Noir: Poco y nada de Noir, que fue casi un marcador de punta. No pudo utilizar su velocidad a servicio de la ofensiva y estuvo totalmente maniatado por la defensa rival. No destacó por el aspecto ofensivo ni por el defensivo, coronando una actuación cargada de espacios en blanco. A levantar lo más rápido posible.

Ignacio Pussetto: Mi sensación es la volcada en este espacio desde antes de iniciar la temporada, no encontramos la manera de hacer mucho jugo con un futbolista cargado de habilidades. Con muy poco le alcanza para desentonar, así quedó dos veces de cara al gol en el contexto de un equipo que atacó realmente poco. Arranca siempre desde atrás, y cuando limpia al primer marcador recién se encuentra en la línea media. A seguir trabajando sobre él, y a definir en qué zona del terreno nos puede dar más satisfacciones.

Norberto Briasco: Volvió a jugar a contramano del equipo, asilado en ataque y con muy poca participación ofensiva. Ilusionó durante los primeros minutos pero rápidamente despejó toda esperanza; lo absorbieron con poco, y no tuvo lugar para buscar el arco. Tuvo oportunidad en dos partidos realmente complicados, pero aun así dejó la sensación de no aprovechar su oportunidad.


Andrés Chávez: Debutó en uno de los peores contextos posibles y respondió en cuentagotas. Mostró capacidad para aguantar la pelota y más, se movió bien por el centro del ataque y también tuvo recursos para ser peligroso desde la punta. Tuvo tres opciones, en la más clara de todas definió débil casi mano a mano. Ya sea por peso específico o por tener la urgencia de reinventar esa zona de la cancha, sus minutos dejaron buenas sensaciones.

Daniel Montenegro: Entró para que lo insulten, media hora y perdiendo por tres goles cuando generalmente no supera los diez minutos en cancha. El Rolfi lo intentó pero poco pudo hacer para cambiar la historia, solo algunos tiros venenosos que no pasaron a mayor.

Nazareno Solís: Un puñado de minutos y su moneda corriente, nada.

Quemero de nacimiento, Socio A01775. Locutor Nacional, redactor y Vermoutheano. 10 años en Soy Quemero.

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