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Superliga 2017/18 – Fecha 12; Belgrano 1 vs. Huracán 0 – En uno de los partidos más flojos en la gestión de Gustavo Alfaro, Huracán perdió 1 a 0 con Belgrano en su visita a Córdoba por la fecha 12 de la Superliga. Se lo vio muy timorato al equipo quemero que sufrió la expulsión de Fernando Coniglio y tuvo que jugar gran parte del segundo tiempo con un jugador menos.


Como era de esperarse, Huracán presentó un cambio respecto al equipo que empató la semana pasada frente a Patronato en el Ducó: Norberto Briasco reemplazó a Patricio Toranzo en el 11 inicial, quedando el equipo parado con el 4-4-2 que aparenta ser el preferido del entrenador para los partidos de visitante.

El del pasado viernes por la noche fue uno de los partidos en los que el equipo mostró nivel más bajo. Nunca pudo llevar a cabo su juego. Las veces que utilizó este esquema tuvo como premonición apostar a la contra con Ignacio Pussetto como estandarte. En todo el primer tiempo el equipo jamás logró que el mediocampo se conectara con los jugadores de ataque. Solo en una jugada afortunada que, tras un rechazo de Pussetto, Coniglio tuvo una bastante clara que se fue por encima del arco defendido por Lucas Acosta. Luego, absolutamente todo el tramo de aquella etapa quedó a cargo de Belgrano.

El equipo pirata, con Jorge Ortiz como dueño de las acciones, complicó a Huracán por todos los frentes. Ya sea desde los pies de Joel Amoroso por izquierda o de Matías Suarez por el centro. Mucho se le complicó poder sostener el bastión ofensivo del local al globo. Ni que hablar cuando a los 26 del complemento Coniglio vio la roja infantilmente tras un codazo. Ahí lo único que quedó fue aguantar a como dé lugar, sin delanteros en cancha y con un rival que llegaba al área defendida por Marcos Diaz hasta de lateral. Fue justamente por este medio, increíblemente, que el equipo de Pablo Lavallen consiguió la merecida ventaja.

Pero hablemos de cómo estuvo parado Huracán en cancha: en la defensa estuvieron como casi durante todo el campeonato Lucas Villalba y Cristian Chimino por los costados, mientras que por el centro jugaron Saúl Salcedo y Martín Nervo. El principal foco de ataque de Belgrano fue por el lado de Chimino. El ex Temperley hizo lo que pudo, pero erró mucho más de lo que acertó. Saúl Salcedo tuvo en la noche cordobesa su partido más flojo desde que viste la camiseta en Huracán. Abusó mucho de su confianza y, por querer salir jugando, trasladó en reiteradas ocasiones de más pudiendo los rivales quitarle el balón. Tampoco se destacó en el juego aéreo, en complicidad con su compañero de zaga. Sin ir más lejos al minuto de juego Belgrano pudo abrir el marcador con un cabezazo de Suárez. Por el lado de Villalba su nivel lejos está de convencer, aunque a mi criterio fue de los pocos que “zafó” anoche.

En la mitad de la cancha, Alejandro Romero Gamarra jugó por el carril izquierdo, Nacho Pussetto por el derecho, y Adrian Calello junto con Mauro Bogado formaron la dupla de volantes centrales. El único punzante fue, para variar, Pussetto. Bogado y Calello sufrieron horrores la presión que estableció Belgrano durante todo el partido. Nunca pudieron frenar el constante asedio que le proponían Jorge Ortiz y Federico Lértora. “Kaku” totalmente desconocido, jamás fue ese jugador que el equipo necesitaba para que se haga cargo de la pelota. Tomás Guidara le cerró su lateral durante todo el partido, ni siquiera pudo desequilibrar en las veces que intercambio carril con Pussetto. Justamente Nacho tuvo algunas arremetidas bien a su estilo, pero no tuvo un nexo con el que congeniar y poderle llevar peligro al equipo Pirata.

En ofensiva la dupla fue integrada por Coniglio y Briasco. A diferencia del partido que compartieron juntos contra Chacarita, ambos jugadores nunca pudieron satisfacer las necesidades del equipo. Briasco en cada pelota que tocó, ya sea de espaldas o frente al arco, utilizó la alternativa de tirarse al piso intentado engañar al árbitro para que cobre alguna falta. Darío Herrera casi nunca compró, y el delantero de Huracán culminó el partido sin siquiera patear al arco. Por el lado de Coniglio tenemos que decir que fue uno de los estandartes de esta derrota, teniendo en cuenta que su expulsión descompensó completamente al equipo.

El parate por el fin de año no le va a venir nada mal al equipo. La partida de Ramón Abila a Boca dejó un hueco en lo futbolístico bastante grande. Este equipo jugó gran parte del torneo por y para Wanchope. Tendrá que armar un dibujo Gustavo Alfaro en el que la principal arma de juego sea el equipo. Habrá que ver cuáles son las incorporaciones que llegan y quienes aquellos que abandonen el barco. Todo tendrá que ser armado con el objetivo primordial de sostener al globo en la máxima categoría del fútbol argentino. Este primer semestre fue bueno, espero que el siguiente sea aún mejor.

Periodista Deportivo. Profesor de Educación Física

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